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6.2.2. La ordenación que hace Francisco de Jn 17, 6-24 Lo que más nos interesa destacar es que Francisco da un orden distinto a los versículos de Juan. La contemplación del Misterio del Hijo en la noche que antecede a su Pasión marca por completo la vida de Francisco 365 . La 2CtaF 56b–59 tiene como base la oración de Getsemaní transida de angustia y abandono: “A continuación oró al Padre, diciendo: Padre, si es posible, que pase de mí este cáliz. Y sudó como gruesas gotas de sangre que corrían hasta la tierra. Puso, sin embargo, su voluntad en la voluntad del Padre, diciendo: Padre, hágase tu voluntad; no se haga como yo quiero, sino como quieres tú” (v.8-10). A esta oración del Hijo, Francisco une la rogativa de la oración sacerdotal en la que Jesús pide al Padre para que nos guarde en su nombre: “ Padre santo, guarda en tu nombre a los que me diste” (v.56) , porque sabe que en el Padre está la fuente de todo don. Así lo manifiesta el uso del verbo “dar”, cuyo sujeto agente es el Padre. La revelación del “nombre” del Padre ha sido posible gracias a la venida del Hijo en carne y ha tenido el costo de su sangre; por eso pide, como Jesús, que no se pierda su revelación. En el evangelio de Juan el motivo de la súplica se centra en la marcha de Jesús: “ Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros” (Jn 17,11). Sin embargo en Francisco el motivo parece ser más íntimo y afectivo; el Padre les ha regalado a un Hijo que los ha acogido, querido, cura- do y que ha dado su vida por ellos: “Padre, todos los que me diste en el mundo, tuyos eran y me los diste a mí” (v. 57). Por eso, al reci- bir la misericordia de Jesús, se han hecho contrarios al mundo. Francisco comprende la intención con la que pide Jesús al Padre, para que mantenga, con su providencia, a los hombres que han compartido su vida. Así pues, el motivo es distinto que en Juan, ya que no está sólo en función de la revelación llevada a cabo por LA CARTA A TODOS LOS FIELES: EL FUNDAMENTO…(II) 485 365 Su experiencia de soledad y rechazo del estilo de vida vivido tantos años le lleva a vivir la misma experiencia de soledad, abandono y pobreza que vivió Jesús. Por ello el orden de los versos nos da una pista de la revelación que el Padre le regala entrando a vivir los sentimientos de su Hijo.

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