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ridad de Francisco al frente de la Orden de Menores. Muchos herma- nos, por contactos con otras órdenes o porque provenían de ambien- tes nobles o intelectuales, pedían a Francisco que revisara la “reglita” aprobada en 1210 y la ajustara a los avances teológicos. Francisco se retira a la montaña con el hermano León para dar a luz una nueva Regla. Y le sale otra igual de evangélica que no convence a la mayo- ría. Esta experiencia provoca en Francisco una reacción psicológica: a) un gran dolor por el distanciamiento de los nuevos hermanos del germen evangélico que se le había revelado como estilo de vida y, b) una crisis de fe que le lleva a poner su cargo en otras manos. Espi- ritualmente la vive como la crisis mayor de fe –o noche oscura 353 – y la situación que más debió costarle afrontar 354 . Los sufrimientos que le anidan en el corazón, la enfermedad de sus ojos y el silencio de Dios bloquean a Francisco y le nace la desesperanza 355 . Así pues, tanto la 1CtaF como la 2CtaF están inmersas en crisis. No se sabe a ciencia cierta en cual de las dos, históricamente, se produce. Sin embargo, en este estudio espiritual nos interesa descri- bir la situación vital de Francisco, entorno al año 1221 para com- prender el proceso penitencial que lleva a su experiencia mística. La experiencia mística de la fe supone un cambio en la forma y manera de actuar y percibir la Presencia de Dios. Si hasta ahora ha sido el Espíritu el que ha mostrado la realidad humana a la luz LA CARTA A TODOS LOS FIELES: EL FUNDAMENTO…(II) 481 saria formación... Por otro lado, el parentesco entre las aspiraciones de los movi- mientos heréticos de la época y la forma de vida de los hermanos”. L. IRIARTE, O.c. , nota 73, 57-58. 353 San Juan de la cruz explica así los rasgos de la noche del espíritu: “ Y la segunda es de la parte espiritual” (1S 2) ... es un hábito del alma cierto y oscuro. Y la razón de ser hábito oscuro es porque hace creer verdades reveladas por el mismo Dios, las cuales son sobre todo luz natural y esceden todo humano entendimiento sin alguna proporción” (2S 3,1). JUAN DE LA CRUZ, O.c. , nota 216. 354 “ La crisis, la división entre hermanos ahí estaba. Francisco se encontró un buen día con hermanos que se oponían, que le contradecían en todo lo que estaba persuadido ser voluntad de Dios. Fue su noche oscura, lo que más debió costarle y hacerle sufrir ”. S. LÓPEZ: EL Dios para el que bailaba Francisco, en Verdad y Vida 55 (1998) 80. 355 “...llamo desolación todo lo contrario de la tercera regla; así como escuri- dad del ánima, turbación en ella, moción a las cosas baxas y terrenas, inquietud, agitaciones y tentaciones, sin esperanza, sin amor, hallándose toda perezosa, tibia, triste y como separada de su Criador y Señor”. IGNACIO DE LOYOLA, Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola (Santander 1997) 317.

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