NG200603001

Cada una de las tres dimensiones tiene su origen en la Escritu- ra y en la experiencia personal de Francisco 306 . Tras muchos siglos, se puede asegurar que la antropología teológica de Francisco, en esta 2CtaF, está en sintonía con la antropología actual y su compren- sión del hombre como una unidad sustancial de alma y cuerpo 307 , que forma un todo solidario y sintetiza el universo 308 . También es corazón y conciencia, con inteligencia y voluntad 309 . Francisco intuye que la imagen única y verdadera de Dios es la de ser familia trinitaria, ya que así creó: “... al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó” (Génesis 1,27) 310 . Lo hizo gratuitamente, sin que el varón o la mujer colabo- rasen en nada 311 , y los creó “en relación” mutua, tal y como es Dios: “ Somos esposos cuando el alma fiel se une, por el Espíritu Santo, a Jesucristo. Y hermanos somos cuando cumplimos la voluntad del Padre, que está en el cielo; madres, cuando lo llevamos en el cora- zón y en nuestro cuerpo por el amor y por una conciencia pura y sincera; lo damos a luz por las obras santas, que deben ser luz para ejemplo de otros” (v.51-53). La filosofía personalista comprende al ser humano constituido “en relación” desde el primer momento de su existencia, donde la figura materna es la que introduce al niño en el mundo y la que le proporciona la seguridad y la confianza básicas. Por ello no es extra- LA CARTA A TODOS LOS FIELES: EL FUNDAMENTO…(II) 469 considerándolo, otra vez, esa unidad originaria en la que “cuerpo y alma” deben estar unidos para existir. 306 No se puede descartar la influencia de la filosofía platónica y aristotélica en la terminología religiosa del s.XIII. Sin embargo se puede asegurar que Francis- co tomó tales expresiones de la Escritura como demuestra la Carta: “Debemos abo- rrecer nuestros cuerpos y pecados, porque dice el Señor en el Evangelio: todos los males, vicios y pecados salen del corazón” (2CtaF 37). 307 Doctrina fijada en el concilio de Vienne de 1312. J. COLLANTES, O.c. , nota 41, 229. 308 (Cf. 14). 309 (Cf. GS 3). 310 “ Nosotros, todos, nos hacemos padre, madre, a imagen de Dios, cuando hacemos nacer en nuestro derredor un poco más de amor, de esperanza, cuando nos hacemos portadores de vida”. M. HUBAUT, O.c. , nota 103, 79-92. 311 La imagen se regala en el nacimiento (tradición oriental) o en el Bautismo (tradición occidental). Fuera de toda discusión intentan destacar que se nos da como un regalo sin colaboración nuestra.

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