NG200603001

3.1. El lugar de la Encarnación del Hijo 3.1.1. La carne de nuestra humanidad El acontecimiento de la Encarnación del Hijo es tan determi- nante en la experiencia espiritual de Francisco, que se convierte en el criterio a seguir en la vida de todos los fieles. La Salvación va a quedar determinada por la decisión del Padre de que el Hijo se haga carne en la realidad personal de cada uno de nosotros. Sin embar- go, el Hijo viene a ella cuando hemos distorsionado la imagen de Dios en la que fuimos creados 296 : “cuando todavía estábamos sin fuerzas,... siendo nosotros todavía pecadores” (Romanos 5,6.8). El Padre, que determina las misiones del Hijo y del Espíritu, pri- mero crea una humanidad a su imagen y semejanza; a imagen del Verbo encarnado 297 , y segundo quiere que a su Hijo “... lo reciba- mos con un corazón puro y con nuestro cuerpo casto” (v.14) , que le amemos “...con puro corazón y mente pura...” (v.19) y hagamos caridad “...porque ésta lava las almas de las manchas de los pecados” (v.30). De esta manera el ser humano se comprende desde tres dimensiones (cuerpo, corazón y alma) que orientadas a Dios propi- cian la inhabitación del Espíritu Santo (2CtaF 48) y quedarán cons- tituidos en “esposos cuando el alma fiel se une, por el espíritu Santo, a Jesucristo” (v.51), “madres, cuando lo llevamos en el corazón y en nuestro cuerpo por el amor y por una conciencia pura y sincera” (v.53). De esta manera Francisco hace depender las tres dimensiones del ser humano de la actitud tomada por el corazón 298 . Es conscien- te de que si Dios es la Caridad y estamos creados a su imagen y semejanza, entonces el amor será lo que constituya nuestra perso- na 299 . Es la brújula que orienta nuestros deseos hacia Dios y hacia LA CARTA A TODOS LOS FIELES: EL FUNDAMENTO…(II) 467 296 (Cf. Lc 15, 11-13). “Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto” (Lc 10, 30). 297 El Verbo encarnado es la Imagen de Dios para la patrística oriental. H. CROUZEL, Orígenes. Homilía I sobre Gen 1, 12-17 (Madrid 1988) 125-141. SAN ATA- NASIO, O.c. , nota 45. 298 Corazón es “Leb” en hebreo y el lugar privilegiado de los afectos. 299 Como Francisco anuncia: “ Yo, el hermano Francisco, vuestro menor siervo, os ruego y suplico, en la caridad que es Dios” (v.87).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz