NG200602003
Los conceptos de equidad, compartir, solidaridad, igualdad de oportunidades, son formas diversas de nombrar el amor trinitario, proyectado en la vida de la primera comunidad cristiana y manifes- tación del perfil de la actividad caritativa de la Iglesia. Por eso, el cristianismo se opone a un capitalismo salvaje o a un estatalismo centralista no por una opción política-partidaria, sino ética y religio- sa: en la medida en que el liberalismo promueve de hecho la ley de la jungla, favoreciendo al más fuerte y teniendo como objetivo fun- damental el lucro, no tiene que ver sólo con cuestiones técnicas y de alta finanza, sino con la fraternidad entre los hombres 55 . El Dios trinitario no se presenta como contrapunto político a las organiza- ciones políticas sino como realización de la dimensión política del hombre. El reino de Dios no presenta un programa económico de res- tauración de la sociedad. La Iglesia primitiva, heredera de este ideal, reconoce en la realidad económica y política de su tiempo su pro- pia autonomía aceptando las estructuras de la sociedad en que viven. Ellos son invitados a someterse a las instituciones de su tiem- po por amor. Sin embargo, la pobreza evangélica como hecho de fraternidad realiza un modelo comunitario de convivencia fraterna. Se trata de un signo profético que va anunciando un mundo nuevo promovido por el desinterés y la gratuidad. Pero, en segundo lugar, la Trinidad nos llama no sólo a revisar la economía mundial sectorial, sino también el modo como es vivi- da en nuestras comunidades cristianas. La comunión de bienes no es algo optativo para santos, sino una exigencia profunda para todo cristiano 56 . El tener todo en común nos recuerda la solidaridad. Ésta “tien- de a superarse a sí misma, al revestirse de las dimensiones específi- camente cristianas de gratuidad total, perdón y reconciliación” (SRS 39-40). De esta manera entramos en el ámbito y en el dinamismo de la caridad, participación en nosotros de la vida comunitaria o amor cuya plenitud es Dios mismo, Padre, Hijo y Espíritu. Se vislum- 390 ÁNGEL GALINDO GARCÍA 55 Cf., J. Y. GALVEZ, L’Eglise devant le libéralisme économique (París 1994). 56 Cf. E. CAMBÓN, La Trinidad, modelo social (Madrid 2000) 155.
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