NG200602003

mundo testigo del amor del Padre, que quiere hacer de la humani- dad, en su Hijo, una sola familia” (DCE 19). La trinidad se convier- te en horizonte de sentido y lo que llena “el servicio de la caridad” al que desea referirse en la segunda parte (DCE 19). La tarea de la Iglesia, como manifestación del amor trinitario tiene un doble movimiento: ascendente y descendente . La acción caritativa de la Iglesia está planteada, utilizando palabras de Th Adorno, en el ámbito o buscando la relación con las víctimas. Es la concepción del ágape “como denominación del amor fundado en la fe y plasmado por ella” (DCE 7) como amor descendente sin con- traponerse con el ascendente. Lo dice también en el número 37 insistiendo en la oración como exigencia para vivir el auténtico encuentro trinitario: “La familiaridad con el Dios personal y el aban- dono a su voluntad impiden la degradación del hombre, lo salvan de la esclavitud de doctrinas fanáticas y terroristas. Una actitud auténticamente religiosa evita que el hombre se erija en juez de Dios, acusándolo de permitir la miseria sin sentir compasión por sus cria- turas” (DCE 37). Para que la Caridad trinitaria se convierta en tarea de la Iglesia es preciso tener en cuenta que el amor es tarea no solo de cada fiel sino también de la Comunidad. Por eso el amor necesita de organi- zaciones o estructuras. Todo ello entorno a los tres elementos fun- damentales en la adhesión a los apóstoles, la comunión o koinonia, la fracción del pan y la oración. La función de este grupo o estructura organizativa diaconal tampoco debe limitarse a un servicio meramente técnico de distribu- ción. Deben ser hombres llenos de espíritu y de sabiduría. Lo cual significa que el servicio social que los diáconos o la diaconía ha de desempeñar es absolutamente concreto, pero al mismo tiempo espi- ritual (DCE 21). Desde la primera comunidad hasta ahora se enumeran diversas estructuras caritativas: san Justino, en Egipto, San Gregorio Magno, San Ambrosio, (DCE 21-23). Es interesante la alusión, que la última encíclica nos hace, a la figura del emperador Juliano el Apóstata. Este, desde la experiencia de la muerte de su padre a manos del emperador cristiano Constancio, quiso renovar el paganismo inclu- EL HUMANISMO TRINITARIO, FUENTE DE LA DOCTRINA SOCIAL… 383

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