NG200602003

viene al hombre no sólo por el bautismo sino por su concreta rea- lidad de sujeto humano capaz de pensamiento y de libertad. Frente a esto, hoy asistimos a un debilitamiento del hombre como sujeto ya que es considerado más como objeto y dato que fin en sí mismo. No todos los hombres cuentan lo mismo para esta sociedad. 4º. La resistencia ética: Lo que destruye a la humanidad no es el autoritarismo o la dictadura sino la capacidad que los individuos tienen de acomodarse pasivamente a la autoridad impuesta. Sin embargo, “cuando tiene uno como autoridad última a Dios relativi- za totalmente la autoridad humana” 43 . La verdadera participación comunional exige el fundamento sólido de una ética personal, plu- ral y solidaria, suficientemente difundida. 5º. Utopía : no puede haber humanismo sin utopía. Sin utopía no hay crítica válida ni progreso social. La utopía no es lo imposi- ble sino lo posible no realizable aún 44 . El cristianismo funciona den- tro de una sociedad como una gran utopía del sentido de la histo- ria. Con estas actitudes, el primer planteamiento social concreto de la necesidad de purificar la razón se refiere a la búsqueda de la fun- ción del Estado en relación con la justicia. La respuesta a la pregun- ta ¿qué es la justicia? responde a la razón práctica “pero para llevar a cabo rectamente su función, la razón ha de purificarse constante- mente, porque su ceguera ética, que deriva de la preponderancia del interés y del poder que la deslumbran, es un peligro que nunca se puede descartar totalmente” (n.28 a). La ceguera que nace del interés y del poder ciega la razón y hacen que surja una separación entre justicia y ética convirtiendo la justicia en un elemento legalis- ta al arbitrio del poder que hace las leyes. El segundo planteamiento aparece en la relación política y fe. La fe nos abre a horizontes que van más allá de la razón “pero al mismo tiempo, es una fuerza purificadora para la razón misma” (n.28ª). ¿Por qué la fe purifica la razón? Porque la permite desempe- ñar mejor su tarea liberándola de la ceguera en la que el interés y el poder la sume. EL HUMANISMO TRINITARIO, FUENTE DE LA DOCTRINA SOCIAL… 381 43 STAMLEY MILGRAM, Obediencia a la autoridad (Bilbao 1980). 44 X. ZUBIRI, Naturaleza, historia y Dios (Madrid 1978).

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