NG200602003

poniendo todo bajo sus pies. Además de la vida en Cristo se deri- van dimensiones y dignidad nueva para toda la actividad humana que es elevada a un nivel superior a pesar de su pecado. Esas capa- cidades y ese nivel superior le orientan en su relación tanto con el cosmos como con toda la humanidad. Esta dimensión cósmica y universal irá configurando el humanismo de su compromiso social. En este sentido, una referencia de la encíclica Deus caritas est es la nueva situación creada por la globalización. Frente al sueño desvanecido del marxismo, la globalización de la economía ha ori- ginado una difícil situación que puede solventarse con las indicacio- nes de la Doctrina Social de la Iglesia afrontando el diálogo con todos los que se preocupan seriamente del hombre (DCE 27). De esta manera, el horizonte de acción que se desprende de la Doctri- na Social de la Iglesia se extiende a todos los hombres. La globalización, según él, ha creado e iniciado un proceso esti- mulante y provocativo a la vez junto con las fuerzas de los Medios de Comunicación para potenciar la nueva disponibilidad para soco- rrer al prójimo necesitado a nivel universal ejerciendo así el huma- nismo global. Con este proceso global “ahora se puede contar con innumerables medios para prestar ayuda humanitaria a los herma- nos y hermanas necesitados”(DCE 30 a). La búsqueda del Reino de Dios por parte del hombre, renova- do en Cristo, es un empeño por el bien de todos y de cada uno, expresión del amor gratuito y universal como el Compendio indica: “No es posible amar al prójimo como a sí mismo y perseverar en esta actitud, sin la firme y constante determinación de esforzarse por lograr el bien de todos y de cada uno, porque todos somos verdade- ramente responsables de todos. Según la enseñanza conciliar, quie- nes sienten u obran de modo distinto al nuestro en materia social, política e incluso religiosa, deben ser también objeto de nuestro res- peto y amor. Cuanto más humana y caritativa sea nuestra compren- sión íntima de su manera de sentir, mayor será la facilidad para establecer con ellos el diálogo” (CDSI 43). No ha de olvidarse que el Reino de Dios es la efectividad plena de la voluntad de Dios sobre el hombre y la creación, es decir, tiene una dimensión universal. A esta voluntad se opone la desobedien- cia a Dios, es decir, el pecado en todas sus formas que inunda el EL HUMANISMO TRINITARIO, FUENTE DE LA DOCTRINA SOCIAL… 367

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