NG200602002

2,10 es difícil entenderlo sin ver en ello una lucha en contra del culto a los ángeles: “Que nadie con afectada humildad o con el culto de los ángeles os prive del premio, haciendo alarde de lo que ha visto, hinchándose sin fundamento de su inteligencia carnal”. En el mundo sincretista la fe en los ángeles, separada de la fe en Dios a la que desde el principio había estado fuertemente unida y sometida, no tiene validez alguna para el Apóstol. Y la jerarquía angélica, a la que ya nos hemos referido, mencionada en Col 1,15 y Ef 6,12 no hace referencia a la verdadera naturaleza de los ángeles; son, más bien, como poderes que amenazan al hombre (Rm 8,38). Se trataría, teniendo también en cuenta la mentalidad judía, de “los elementos del mundo”, poderes demoníacos; también podían haber sido originariamente dioses paganos considerados vulgarmente como los ángeles de los pueblos a los cuales Dios había sometido a determinadas naciones. Para Pablo no existe interés alguno en la discusión de su realidad, sino en la superación plena y definitiva de su influjo por Cristo. Ellos le servirían en todo caso, como pertene- cientes a su cortejo. 5. En el evangelio de la infancia según Lucas , y también en el de Mateo ( Mt 1,20s; 2,13 ) los ángeles juegan un papel importante. Esto nos exige una profundización de su significado, teniendo en cuenta que, en Lucas, este papel no lo desarrollan sólo en los sue- ños sino también en el ámbito de los sentimientos humanos ( 1,11ss : el ángel se aparece a Zacarías a la derecha del altar; 1,26ss : anun- ciación a María; 2,9s : se manifiesta a los pastores; 22,43 : se le apa- rece a Jesús en Getsemaní confortándolo; los ángeles servían a Jesús en las tentaciones ( Mc 1,13 ). También se hallan determinando la suerte de la comunidad de forma muy inmediata: el ángel del Señor removió la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella ( Mt 28,2); los ángeles que se apare- cieron en el sepulcro ( Lc 24, 1ss.23 ); el ángel que abrió la puerta de la cárcel para liberar a Pedro ( Hch 5,19); el ángel que habla a Feli- pe para decirle que se encamine hacia el sur por el camino que baja por el desierto de Jerusalén a Gaza ( Hch 8,26 ); el ángel de Dios se le aparece a Cornelio en una visión (Hch 10,1ss); se le aparece a Pedro la víspera en que pensaban ejecutarlo (Hch 12,6ss); se apare- ce a Pablo: “Esta noche se me ha aparecido un ángel de Dios , cuyo soy y a quien sirvo” (Hch 27, 23s). 342 FELIPE FERNÁNDEZ RAMOS

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