NG200602002

3. Es difícilmente compaginable la existencia de un ser interme- dio de esta naturaleza y que tenga la finalidad apuntada con la cre- encia en un Dios “celoso”, que todo lo penetra y todo lo excluye. Un Dios así no admitía ni toleraba un ser intermedio que se inmis- cuyese en el dominio absoluto y total que ejercía sobre el hombre. Al menos en la tradición más antigua el malak no es un ser inter- medio entre Dios y el hombre, porque la fe de Israel incluía la con- vicción de que Dios estaba activamente presente en el mundo 3 . Es verdaderamente sorprendente la figura del llamado ángel de Yahvé . No es un ser temible, sino amable, acogedor, un mensajero de Dios, siempre dispuesto a ayudar: “ El ángel de Yahvé despertó a Elías, le ofreció comida y le impulsó a seguir caminando” (1R 19,7); se opone a los que quieren maldecir a Israel pronunciando orácu- los hostiles sobre él ( Nm 22,22 , y toda la preciosa leyenda de Balac, Balam y la asna, que expondremos más abajo). Pero también casti- ga a los enemigos de Israel: el ángel de Yahvé hirió en el campamen- to de los asirios : “Aquella misma noche salió el ángel de Yahvé e hirió en el campamento de los asirios a 185.000 hombres; y al levan- tarse por la mañana, todos eran muertos” ( 2R 29,35 ) El ángel de Yahvé es como un órgano de la relación de la gra- cia de Dios para Israel. Es la ayuda personificada de Dios para su pueblo o la ayuda de Dios presentada como la de una persona efi- caz en su tarea. Son particularmente sorprendentes los pasajes en los que el ángel de Yahvé aparece en el ámbito humano más como locutor y anunciador que como actor. Actúa poco y habla mucho. Así aparece especialmente en la historia patriarcal 4 . El que habla –a veces Yahvé (Gn 16,10.13; 21, 17.19; 22,11) – y a veces el mensajero (que entonces habla de Yahvé en tercera per- sona) son claramente una y la misma persona. Por tanto, el ángel de 304 FELIPE FERNÁNDEZ RAMOS 3 B. W. ANDERSON, God, OT view of, en The Interpreter´s Dictionary of the Bible , II (New York, Nashville 1962) 422-423. 4 G. von RAD, ángelos, en TW.zNT, I , pp. 75-76. El artículo que estamos citando ha sido compuesto por tres autores de la máxima autoridad: W. Grundmann; G. von Rad y G. Kittel.

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