NG200602002

sobrenatural proporcionado a Israel nos lo ofrece, en una cita poé- tica Jos 10,13-21: cuando se detuvo el sol, para que el día tuviese más duración e Israel pudiese aplastar a sus enemigos. En el pasaje citado se canta poéticamente la descripción de la batalla, en la que Dios , a través de su ejército, es decir, los ángeles, simbolizados en las estrellas, consideradas como el ejército de los cielos, Dios se hace presente decisivamente por la acción de los astros y el desbor- damiento del torrente Quison ( Jc 5,19-22) 29 . “Oye, pues, la palabra de Yahvé (está hablando Miqueas al rey de Israel): “Díjole entonces Miqueas: “Oye, pues, la palabra de Yahvé: He visto a Yahvé sentado sobre su trono y rodeado de todo el ejército de los cielos, que estaba a su derecha y a su izquierda. Y Yahvé decía: ¿Quién inducira a Ajab para que suba a Ramot Galaad y perezca allí? Unos respondieron de un modo, otros de otro; pero vino un espíritu a pre- sentarse ante Yahvé y dijo: Yo, yo le induciré. ¿Como?, preguntó Yahvé. Y él respondió: Yo iré y seré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas. Yahvé le dijo: Sí, tú le inducirás y lo conseguirás. Ve, pues, y hazlo así”. “Ahora, pues, he aquí que Yahvé ha puesto el espíritu de menti- ra en boca de todos tus profetas y ha decretado perderte” (1R 22,19- 23 ). Ante la situación contradictoria entre dos mensajes opuestos, Miqueas ofrece la clave interpretativa, a través de la visión simbóli- ca de una sesión de la corte celestial (con claros paralelos en Is 6 y Job 1,6; 2,1): Dios ha decretado el ataque a Ramot de Galaad y la ruina del rey por medio de un seductor y un espíritu de mentira introducido entre los profetas. El oráculo transmitido por los profe- tas es ciertamente falso, pero es fiel al proyecto de Dios: la ruina de Ajab, el rey incrédulo que rechaza la profecía genuina 30 . El hecho de que especialmente las leyendas contengan antiguas palabras sagradas ( = ieroí logoí ) en los lugares del culto, y que se trate de la aparición de seres celestes, hace suponer que, al menos, una ampliación de la religión cananea, que vivió en aquella tierra DIOS Y SU CORTEJO ANGÉLICO 323 29 IBÁÑEZ ARANA, Jueces , en Comentario al Antiguo Testamento . I, La Casa de la Biblia (Madrid 1977) 345. 30 L. MENCHÉN CARRASCO, 1R en Comentario al Antiguo Testamento , I, La Casa de la Biblia (Madrid 1997) 473.

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