NG200602002
De este modo, tanto Sara como Abrahán son la encarnación de distintos niveles teológicos, correspondientes a los distintos niveles de la alianza patriarcal. La palabra de Dios en nuestros relatos resu- me las dos líneas: manda a Abrahán que escuche a su mujer en lo que respecta al título de Isaac como heredero, pero sale al encuen- tro de Agar y de su hijo en el desierto, para asegurar la vida allí donde las posibilidades humanas naturales y la protección humana no la garantizan. En muchos pasajes del AT el ángel de Yahvé es una figura que encuentra a seres humanos, les transmite un mensaje y se marcha; la figura es mediadora de la palabra divina. La literatura religiosa contemporánea describe a los seres divinos como cortesanos al ser- vicio del gran Dios. Algunos pasajes del AT confirman esta función cortesana ( 1R 22,19-22 : Ajab desea que sea enviado un cortesano, “un espíritu” para que induzca a Ajaz a un error estratégico militar; (Is 6; Job 1-2). La reflexión posterior sistematizará una cierta angelo- logía, pero en el Génesis los ángeles son simples mensajeros de quien los envía. Esto es lo que hace el ángel de Yahvé con Sara, que está contemplando la muerte de su bebé en el desierto 15 . Ese mensajero es el que aparece en el texto mencionado, lo mismo que en otros textos del Antiguo e incluso del NT. El ángel es, sobre todo, un mensajero o un miembro de la corte celeste; apenas si puede apreciarse si se trata de un ser personal o de una persona- lización de la palabra de Dios o de la acción divina 16 . 7. Dios y sus ángeles visitan a Abrahán ( Gn 18-19 ). Nos encontramos ante una escena compleja y desconcertante. Yahvé se apareció a Abrahán en el encinar de Mambré. La introduc- ción de la escena resulta normal. La anormalidad comienza cuando, al levantar Abrahán los ojos, descubrió a tres acompañantes. Entra- mos en la escenificación del acontecimiento. El miembro importan- te y más destacado del cuadro es Dios. A Él se dirige Abrahán utili- zando el singular: Gn 18,1: “Aparecióse Yahvé a Abrahán un día en el encinar de Mambré. Estaba sentado (¿en una meditación profun- DIOS Y SU CORTEJO ANGÉLICO 313 15 J. R. CLIFFORD - R. E. MURPHI, O.c ., 22. 16 J. L.MCKENZIE, Angelo, en Dizionario Biblico , a cura de Bruno Maggio- ni, (Assisi 1975) 59.
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