NG200602002
El se halla entre el cielo y la tierra; su espada está tendida sobre Jerusalén. Aquí ejerce también, a diferencia de 2S 24,11: “ El ángel de Yahvé tendía ya su mano sobre Jerusalén para destruirla; pero se arrepintió Yahvé del mal y dijo al ángel que hacía perecer al pueblo: “Basta; retira ya tu mano”, aquí ejerce la función de angelus inter- pres 12 . 6. Abrahán y sus dos mujeres ( Gn 16,7; 24,17 ) La descendencia es el capítulo más importante de la promesa hecha a los patriarcas. En ella reviste características de verdadero drama humano. En el diálogo con Yahvé Abrahán se muestra decep- cionado. ¿Cómo va a ser padre o ancestro de un gran pueblo si no tiene descendencia? El ya es mayor, lo mismo que su mujer que, además, era estéril. Abrahán recurrió al sistema legal de intentar tener la familia por medio de una concubina. Se lo había propues- to su mujer Sara. Era una costumbre comúnmente aceptada: “Si Gilimninu tiene hijos, Shennina no debe tener otra mujer. Pero si Gilimninu no tiene hijos, Gilimninu debe ofrece a Shennina de la región de Lullu (es decir, una joven esclava) como concubina. En este caso Gilimninu tendrá autoridad sobre la prole”. Este texto del siglo XV, hallado en Nuzi, es un ejemplo legal de las costumbres de los hurritas Cuando Agar estaba ya en cinta se burlaba de su ama porque ella había recibido la gracia de la fecundidad, mientras que Sara su señora seguía apesadumbrada bajo el oprobio de la esterilidad. Abrahán permitió que sus dos mujeres resolviesen la reyerta que había surgido entre ellas. Y Sara expulsa a Agar de su casa. Otro contratiempo para Abrahán, que esperaba que el hijo que le diera Agar sería el medio para que se cumpliese la promesa de Yahvé sobre su descendencia. En su caminar por el desierto Agar se encuentra en las últimas y espera la muerte con su hijo, que llevaba en su seno, recostada a la sombra de aquellos diminutos arbustos. Era lo único que podía hacer. Entonces hizo acto de presencia el ángel de Yahvé : La encon- tró el ángel de Yahvé junto a la fuente que hay en el desierto cami- DIOS Y SU CORTEJO ANGÉLICO 311 12 G. von RAD, en TWzNT , I, O.c., 76, nota 16.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz