NG200602001

en medio del descubrimiento de la riqueza que supone vincularse al Hijo, los fieles somos invitados a sentir, cómo nuestro “eros” debi- lita esa tendencia suya a centrarse en sí y absorber todo el amor que le circunda. De esta manera cada uno de nosotros puede ir descu- briendo que cuanto mayor ha sido la misericordia con la que el Hijo le ha tratado, con mayor fuerza debe salir de sí e implicarse en la tarea de hacer presente el Reino del Padre. 2.1. La conversión a Dios y al prójimo Tras el cambio de la orientación de nuestro amor humano, Francisco siente como propia la invitación a adherirse al Reino “con todo el corazón y con toda la mente,” (v.18) 228 . Pero ¿cómo se comprende la conversión? A lo largo de la his- toria de la Salvación, los fieles han experimentado que la conversión a Dios y al prójimo supone un cambio radical de vida (en griego “metanoia”): una vuelta atrás en el camino emprendido (en hebreo “shub”) y un cambio de mentalidad y del sistema de valores (en hebreo “nham”) 229 . Debajo de esta razón teológica está la experien- cia humana de vivir con una persona buena. Junto a ella no sólo experimentamos su grandeza sino que, por contraste, descubrimos lo poco que amamos. El sentimiento de agradecimiento es el que Francisco quiere suscitar en nosotros. Él está convencido que tras el reconocimiento de la misericordia del Hijo en nuestra historia personal, surgirá en nosotros una respuesta agradecida. Así pues, la experiencia de la conversión aparece como una bendición y una dicha para “ los que aman a Dios y obran como dice el Señor mismo en el Evangelio” (v.18 a). Porque es el momento en el que somos capaces de arro- jar nuestro manto, dar un brinco y acercarnos al Hijo, para recobrar la vida entera (Cf. Mc 10, 46-52). Esta experiencia sencilla pero pro- LA CARTA A TODOS LOS FIELES: EL FUNDAMENTO…(I) 297 228 “ El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertios y creed en la Buena Nueva” (Mc 1,15). Encontramos otras situaciones del cambio del cora- zón en el evangelista de la misericordia: Lc 7, 36-50; 15, 16; 19, 1-10; 22, 61-62. 229 S.de FIORES y T. GOFFI (eds.), Nuevo Diccionario de Espiritualidad (Madrid 1999) 359-60.

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