NG200602001

La opción por las tinieblas no sólo repercute en la relación con Dios y con uno mismo, sino que tiene efectos sociales. Por eso, si la dinámica del Amor de Dios se constituye en garante del amor al prójimo, su rechazo deja a los hombres sin una referencia superior que abogue por la justicia entre ellos 220 . Francisco sabe que la voluntad de Dios es “ que todos seamos salvos ”, sin embargo ha creado a la humanidad con una libertad limitada; una libertad que le hace dudar entre el bien y el mal. El Hijo es el buen samaritano “ que iba de camino y al ver ” nuestra libertad caída “ tuvo compasión y acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabal- gadura le llevó a una posada” (Lucas 10,33-34). Y de esta manera se convierte en el ejemplo a seguir: “Vete y haz tú lo mismo” (Lucas 10,37). Francisco siente esa llamada en su corazón y la hace saber a todos para que entremos en el ámbito de la Salvación; en la amis- tad con el Hijo encarnado. Por eso él que hizo opción por “seguir” sus huellas y “recibirle” en todo su ser, recibió la bendición de des- cubrir la bondad con la que Dios le había amado. Este descubri- miento es el que va a poner al fiel en la situación de cambiar de vida y buscar a Dios durante toda su existencia. C APÍTULO 3º. LA DINÁMICA DE LA MISERICORDIA (V.18) ”Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón y con toda la mente, y a tu prójimo como a ti mismo” (v.18b). Este versículo es utilizado por Jesús, en su respuesta a la pre- gunta del fariseo, para mostrarle cuál es el proceder del Amor de Dios 221 . Y lo hace uniendo el precepto con el que Israel agradecía a 294 MANUEL ROMERO JIMÉNEZ 220 Es el fundamento de los diez mandamientos (Cf.Ex 20, 1-20) que com- prenden reglas de culto, derecho civil y moral social. O.c., nota 157, nota al pie, Ex 20. 221 “ ‘ Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?’ El le dijo: ‘Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu pró-