NG200602001
2.1.1. El descenso del Verbo a la Carne La decisión de la Encarnación es obra del Padre para que el Verbo descienda a la fragilidad de la condición humana. La persona del Padre aparece en el credo como el origen eterno de su Verbo al que hace digno, santo y glorioso 170 y aquel de quien parte la deci- sión de comprometerse con la humanidad. De esta manera, el Verbo “...fue enviado por el mismo altísimo Padre desde el cielo al seno de la santa y gloriosa Virgen María, y en él recibió la carne verdadera de nuestra humanidad y fragilidad”(v.4 ). Esta es, para Francisco, la desapropiación más grande de la Trinidad. En ese descenso el Padre se sirve del “ santo ángel Gabriel ” y de “ la santa gloriosa Virgen María ” para realizar la Encarnación de su Verbo. Ambos son mediadores de la salvación 171 y junto al Verbo aparecen como sujetos pacientes de la voluntad paterna 172 . De María recibe el Verbo la “ carne de nuestra fragilidad ” y todos los rasgos de lo humano, de manera que el Hijo se convierte en el hijo de María 173 . Pero Francisco va más allá: si el Hijo se hace hombre y todo hombre por naturaleza muere, de la misma manera, el Hijo encarna- do deberá afrontar el límite de la vida. Esta condición de la vida humana tuvo que ser asumida por toda la Trinidad desde el momen- to en que el Padre decidió la Encarnación del Hijo. El encargado de asumir la vida y la muerte es el Verbo. Se somete a las condiciones del espacio y del tiempo, entra a formar parte de un mundo finito en el que el bien convive a menudo con el mal 174 . Sin embargo, lo que impresiona de la muerte del Hijo encarnado no es tanto el modo como las consecuencias de su ser hombre. Si el Hijo muere la muer- te humana y con ello restaura su incomunicación, debe ser también 280 MANUEL ROMERO JIMÉNEZ 170 El Padre es la fuente de toda la santidad. “Santo” suele venir unido a “justo” en los escritos de Francisco. En este párrafo tanto el Verbo, como Gabriel, como María son santos por depender del Padre. 171 V. K. NGUYEN, O.c., nota 74, 89. 172 Todos los verbos dependen del sujeto agente (el Padre). 173 Estos versos son una buena exposición de la “unión hipostática”. Pudiera dar razón a los que consideran que la 1CtaF y 2CtaF son parte de una cruzada anti- cátara promovida desde el concilio IV de Letrán. K. ESSER, Francisco de Asís y los cátaros de su tiempo, en SelFranc XIII-XIV (1976) 145-172. 174 J. R. GARCÍA-MURGA, O.c., nota 96, 304-306.
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