NG200602001

en una ermita hundida le hace consciente de la ruina de la Iglesia 18 y en la Eucaristía le propone el evangelio como norma de vida 19 . Y así cambia de vida y encuentra, en la penitencia, la clave de su lla- mada. Un descubrimiento del que queda constancia en ambas redacciones de la carta. La diferencia vital de ambos textos tiene su origen en dos acon- tecimientos distintos: En 1215 se celebra el IV concilio de Letrán contra los sarracenos y las herejías cátaras. Parece ser que en esos meses se escribe la 1CtaF como respuesta a la cruzada que había impulsado la Iglesia. Por otro lado, en 1221, los hermanos Menores le piden la elaboración de una Regla de vida más organizada y des- criptiva que la aprobada oralmente por Inocencio III. Francisco la escribe pero es rechazada por la mayoría 20 . Y en medio de ese ambiente redacta la 2CtaF para las comunidades de penitentes. Así pues, la carta, en sus dos ediciones, aparece como uno de los escritos más claros que tiene el “poverello” sobre la experiencia espiritual de Dios y del estilo de vida en penitencia. Para la Tercera Orden de San Francisco es el referente espiritual que le vincula al Francisco penitente. Articulo el trabajo sobre el texto de la 2CtaF con una introduc- ción y dos partes bien diferenciadas: la primera es un recorrido de los versos de Francisco y la segunda un estudio sistemático de los grandes temas espirituales. La introducción , titulada “ Análisis y situación de la Carta a todos los Fieles ”, es un análisis histórico y literario destinado a deli- mitar el texto y a situarlo en la biografía de Francisco (2CtaF 1-3.86- 88). Las fechas de cada edición ayudan a comprender la originali- dad del movimiento franciscano y la problemática a la que responde. La primera parte , llamada “ Los versos de la Carta ” consta de seis capítulos que siguen el orden de los versos de Francisco. LA CARTA A TODOS LOS FIELES: EL FUNDAMENTO…(I) 231 18 (Cf. TC 13). 19 (Cf. TC 29). 20 Es la Regla “no bulada” que asume el proyecto de vida de 1210 que Ino- cencio III aprueba oralmente. Es rechazada por su exigencia y poca normatividad y en 1223 aparece la Regla definitiva mucho más sistemática.

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