NG200602001

PRIMERA PARTE: LOS VERSOS DE LA CARTA Comenzamos el estudio de la 2CtaF siguiendo el orden de los versos. En su desarrollo descubrimos el camino espiritual que vive Francisco y las diversas etapas que se suceden en la vida en peni- tencia. Cada agrupación de versos nos introduce en un tema de la vida espiritual y nos ayuda a comprender no sólo el proceso de Francisco sino nuestro propio crecimiento en la fe en el Hijo. En la Introducción hemos hecho una radiografía del itinerario que Dios imprime en el espíritu humano de Francisco. Hemos visto cómo al final de su vida hace balance de los caminos por los que Dios le ha llevado en su Testamento. Y es capaz de reconocer que lo primero en su historia de amor fue la acción misericordiosa de Dios sobre su propia persona; cuando él andaba todavía en peca- dos. Por eso sitúa las misiones históricas de la Trinidad al inicio de la 2CtaF, como fundamento de cualquier historia personal de Salva- ción. La vida en penitencia, como respuesta al Amor trinitario, será la consecuencia de haber reconocido el plan misericordioso de Dios de encarnar a su Hijo en nuestras vidas. Francisco lo refiere mediante un credo, al estilo de los credos de su tiempo, en el que manifiesta la experiencia samaritana del Hijo del Padre que se ha acercado a él y le ha convertido en un próji- mo 151 . Esta forma de exposición del Misterio de Dios y de la propia vida es la síntesis de aquella persona que ha llegado a un alto grado de madurez en la fe. C APÍTULO 1º. EL DESCENSO TRINITARIO EN EL VERBO DEL PADRE (V.4-13A). La 2CtaF 4-13a es la “ narratio ” de la carta que nos introduce en el plan de la Trinidad de salvar a la humanidad por medio del Hijo. 272 MANUEL ROMERO JIMÉNEZ 151 “En el sentido dinámico es prójimo aquel a quien me acerco y esto.. Mien- tras yo considero como prójimo solamente al más cercano... mi prójimo es aquel al que me aproximo, a quien salgo a buscar por las calles y plazas...” J. M. RUEDA, El Buen Samaritano (Madrid 2000) 138-139.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz