NG200602001

2.1.3. El año del rechazo de la Regla y la 2CtaF (1221) En 1220 Francisco dimite de la dirección de la Orden en favor de Pedro Catani 134 y el Papa designa al cardenal Hugolino como “ protector, gobernador y corrector de la fraternidad” (1 Celano, 73- 75) . En esos meses la Orden de hermanos Menores solicita a Fran- cisco una nueva regla de vida 135 , distinta a la de 1210, ya que esta- ba desprovista de todo comentario y era un programa ascético para unos pocos y no para los millares que se les estaban uniendo. Fran- cisco redacta en 1221 la regla “no bulada” y que no contenta a los ministros 136 . Sin embargo, es un escrito de estilo evangélico, con preceptos y prohibiciones, avisos y consejos que refleja la experien- cia espiritual de Francisco. Un escrito que no es aprobado pero que va a quedar reflejado en la 2 CtaF. La regla definitiva, para los her- manos Menores, aparece fechada en 1223 y supone el triunfo de lo jurídico sobre el carisma de Francisco. Pasamos ahora a describir el contexto vital de la 2CtaF porque los datos históricos que hemos referido están preñados de vida y experiencias personales. Cada una de las fechas ofrece las pistas suficientes para dibujar el itinerario espiritual de Francisco y su rela- ción con los que serán destinatarios de la 2CtaF. 2.1.4. La vida cristiana 137 Dios es el Dios de la Alianza al que hay que someterse fielmen- te para evitar su cólera y su castigo. Es más juez que Padre y al que se le pede la solución de los problemas cotidianos. El hombre se relaciona con miedo, mediante el “ do ut des ” y las prácticas peniten- ciales. Cristo es el Hijo triunfante y resucitado que se lee en el Apo- LA CARTA A TODOS LOS FIELES: EL FUNDAMENTO…(I) 267 134 En 1221 muere y le sustituye Fr. Elías Bonbarone. 135 Aunque el concilio había decretado que toda nueva Orden tomase como forma de vida las reglas ya existentes (de san Agustín , de san Benito, etc) se per- mite a los franciscanos elaborar una, por la aprobación oral de la “reglita” de 1210. 136 Ciertos hermanos no la aceptaron y por ello no llegó a aprobarse. La Leyenda de Perusa afirma: “Son ministros que, habiendo oído que estás componien- do una nueva Regla y, temerosos de que la hagas demasiado estrecha, dicen y rea- firman que no quieren obligarse a ella; que la hagas para ti, no para ellos” (LP 17). 137 D. DE PABLO MAROTO, Espiritualidad de la Alta Edad Media (Madrid 1998) 386-93.

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