NG200602001

Estas tres claves de comprensión del espíritu de Jesús nos sir- ven para descubrir de qué manera Francisco se abre al Misterio de Dios 9 . Al final de sus días y en plena madurez espiritual escribe: “El Señor me dio de esta manera a mí, hermano Francisco, el comenzar a hacer penitencia: porque, como estaba en pecados, me parecía extremadamente amargo ver a los leprosos. Y el Señor mismo me condujo entre ellos, y practiqué la misericordia con ellos” (Testamen- to 1-2). Esta declaración reconoce que el primer acontecimiento que da sentido a su vida es la irrupción de Dios en su persona, aún cuando el hombre estaba “ en pecados” (“passio”) . Es una experien- cia personal que sirve de testimonio a los fieles para salir de sí mis- mos (“eros”) y dejar que su centro lo ocupe Dios: “me parecía muy amargo ver leprosos. Y el Señor mismo me condujo en medio de ellos” . Por eso, Francisco, reconoce que sólo el Amor divino es el que permite al hombre ser misericordioso y por eso él practicó la “ misericordia ” (“actio”). La carta a todos los Fieles es un texto auténtico de Francisco 10 , que recoge su experiencia penitencial y mística de la fe. Es un texto con dos redacciones: La primera (1CtaF) tiene su origen en la pre- dicación penitencial de Francisco a los cristianos cercanos a Asís, tras su conversión 11 . Debido al éxito de la misma y con el fin de ser recordada, se transcribe al latín en torno a 1215 con una estructura simétrica (los que hacen y los que no hacen penitencia). La segun- da redacción (2CtaF) es una epístola escrita en 1221 muy parecida a las cartas que el apóstol Pablo envía a sus comunidades cristianas. Se dirige a los cristianos que han comenzado a hacer penitencia por LA CARTA A TODOS LOS FIELES: EL FUNDAMENTO…(I) 229 9 J. FREYER, Dios Padre en los escritos y vivencias de san Francisco, en Cua- dernos Cefepal 126 (1999) 80-92. 10 Se considera auténtico porque se conserva en los códices más antiguos y está en sintonía con las biografías franciscanas. Los Escritos de Francisco son: las Admoniciones, Las alabanzas al Dios Altísimo, las bendiciones, la regla “no bulada”, la Regla para los Eremitorios, el saludo a la bienaventurada Virgen María, el cántico de las criaturas, las cartas, el oficio de la Pasión del Señor y el Testamento. Las car- tas se dirigen a san Antonio, las autoridades de los pueblos, 1 y 2 a los clérigos, 1 y 2 a los custodios, 1 y 2 a todos los Fieles, a Fr. León, a un ministro y a toda la Orden. 11 Entre los años 1207 y 1210; desde su conversión hasta la aprobación de la Regla por Inocencio III.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz