NG200601004

Deshojando toda la patrística esta imagen es muy frecuente, algunos autores la transcriben al pie de la letra, otros dan un tipo de paráfrasis, pero nadie se aleja nunca del texto canónico añadiendo elementos exentos al pensamiento paulino. Todavía leemos, en los Padres de la Iglesia, un speculum sanc- titatis, speculum totius sapientiae, speculum caritatis, speculum sine macula Dei maiestatis, speculum divini luminis , etc. y naturalmente un speculum vitae y speculum mortis , pero no un espejo relaciona- do a algún tipo particular de conocimiento, y leemos muy poco de un espejo mental. La expresión precisa “espejo de la mente” ( specu- lum mentis ) se encuentra explícitamente sólo en San Jerónimo, en Casiodoro, en León Magno y en Guerrico Ignacense, y siempre con un valor poético–retórico que no denota una separación entre res cogitans y res extensa de tipo dualístico o una distinción entre un conocimiento de tipo mental, por medio de alguna reflexión y otro de diverso origen. El espejo padece el primer cambio de significado importante, en cambio, con el franciscanismo. Tomás de Celano, en su Vida de San Francisco , (II, 1, 477) escribía: «Quién quiere, pues, poner mano a cosas grandes y conquistar los regalos más altos del camino de la perfección, mire en el espejo de su vida y aprenderá cada perfec- ción». Estas palabras recuerdan mucho al evangelista Lucas, que escribe: «El Reino de Dios está dentro de vosotros (Lc 17-21)». Con esta cita se abre el segundo libro de la Imitación de Cristo , una lec- tura muy familiar a Unamuno. Y el mismo Tomás de Kempis —siem- pre que él haya sido el autor de la Imitación — escribía en versos simples y francos: “O quam glorificum / solum sedere cor que pacificum / secum habere, sponsum per speculum / mente videre neque contrarium / quitquam timere”. ( Cantica , vol. IV, canticum 26). En la Leyenda de Santa Clara virgen (3167) reaparece la ima- gen del espejo como metáfora de la mente: «Bien pronto, porque el polvo del mundo no tenga que empañar el espejo de aquella alma limpia y el contacto con la vida mundana no contagie su pura juven- ESPEJO - SPECULUM 181