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todos los hechizos que recojo a continuación sean exactamente así, pero ahí están. 4.1. El día de Viernes Santo se puede ir a un río, charca o playa: donde haya agua de forma natural, y por la noche bañarse dicien- do una oración y pidiendo: – Un favor del cielo. – Una maldición contra otra persona. – Encontrar pareja. – Se puede hacer a solas o acompañado y el baño debe repe- tirse tres veces para que surta efecto. No sólo en Viernes Santo, sino durante toda la Semana Santa hay muchas supersticiones que se realizan utilizando baños en los ríos o el mar y acompañándolo de las preceptivas oraciones, bebe- dizos, resguardos, etc. 4.2. Las supersticiones en torno al niño recién nacido son muchas y variadas; una de las más corrientes es achacar cualquier enfermedad o malestar del niño a que “una bruja le ha chupado la sangre”. Esta bruja/o por las noches se convierte en un animal vola- dor (o un gato o un chivo viejo) y va en busca de su víctima. Se cree también en la existencia de “vendegentes” que son servidores del demonio y que facilitan los cuerpos de seres humanos vivos al dia- blo y a otros espíritus para sus fechorías. Suelen robar sobre todo niños por las noches, aunque, si pueden, también lo harán con adul- tos. Para proteger al niño, hay varias maneras; algunas son: con un cordoncito rojo anudado a la muñeca, poniendo cruces bajo el col- chón de la cuna, con un resguardo y una estampa bendita al lado de la cuna, rociando agua bendita y poniendo al lado una vela o candil que humee durante la noche. 4.3. Para hacer un “guanguá” efectivo, un hechizo negativo, es fundamental saber el nombre auténtico de la persona: por ello, la costumbre de usar siempre un mote y no revelar nunca a nadie el nombre verdadero. EL CARIBE: RELIGIOSIDAD POPULAR Y VUDÚ 165