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Suelen usarse también muy habitualmente: las maracas, el acor- deón, y el guayo o güiro, conformando grupos folclóricos de gran calidad y viveza, que tocan intercaladamente: “Perico Ripiao”, merengues y aires campesinos. Más raramente usan la marimba, instrumento que al igual que los palos, maracas y guayos, es heredado de África. La marimba impone un son profundo y muy agradable; su uso se va perdiendo. Tal como me comentó Catalina Rossio, bokó de Azua, “cuando se usa la marimba la fiesta es más bruta (fuerte) y agrada más a Dios”. l. Cuadros con imágenes: Son muy numerosos y son colocados aleatoriamente sobre el altar, aunque siempre tiene centralidad la imagen de aquel santo o Virgen al que está dedicado el altar y del cual el bokó recibe sus poderes de forma específica. Cuando los africanos fueron llevados a La Española, trajeron consigo sus creencias más íntimas y su propia religión que se ven obligados a esconder tras la iconografía católica al ser evangelizados a la fuerza. De esta manera, hoy día, cada santo o Virgen del cato- licismo esconde para el dominicano que practica los ritos de bruje- ría, un luá o espíritu, que es el que obra y manifiesta sus poderes. Así tenemos, por poner algunos ejemplos, que la Virgen de la Dolorosa representa al lua Metré Silí o la Metresa, que está casada con el luá Ogún Balenyó que está representado por Santiago Após- tol. Santa Ana es el luá Anaísa, casada a su vez con el luá que está detrás de San Miguel: Olifá Vayí Volichaf Vayí. San Expedito es el luá Vuda y El Gran Poder de Dios esconde al luá San Pol, jefe de todos los luases y al que hay que pedir permiso para actuar con cualquier otro luá. Cada uno de ellos tiene sus poderes: La Metresa: asuntos muy difíciles; Ogún Balenyó: todo tipo de problemas; Anaísa: asuntos amorosos (“amarrar” al marido); Olifá Vayí: defensa y protección; Vudá: protector de parturientas y de los niños, San Pol: jefe de los luases. 154 JOSÉ IGNACIO URQUIJO VALDIVIESO