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f. Ron Bebida emblemática del Caribe; es todo un símbolo de su forma de ser y del medio de vida de los antiguos esclavos: la zafra, de caña de azúcar, es muy usada en las ceremonias de los altares, y en los Palos, Prillés, Congós … Generalmente nadie llega a la borra- chera total, pero sí que constituye un estímulo fuerte, pues se con- sume en alto grado, y junto con la música y la danza frenética, el calor, el agolpamiento y contacto humano para llegar a un trance semihipnótico, dentro de un auténtico histerismo colectivo, que les lleva a “montarse” de un luá entre fuertes golpes, movimientos y convulsiones. Resulta algo espectacular y sobrecogedor, donde no hace falta creer para ser llevado por el ambiente físico y psíquico que se produce tras largas horas de canto y danza. Al contrario que en Haití, en República Dominicana no he apre- ciado en ninguna ceremonia el uso de drogas tales como la mari- huana, que les ayuden a entrar en trance. g. Campana Se toca al inicio de la ceremonia, mediante su sonido se pide permiso al luá San Pol (representado por la imagen católica del Gran Poder de Dios) jefe de todos los luases, para que puedan ser con- vocados en ese altar. h. Puros El humo del tabaco agrada a determinados luases y es el medio de transmisión de los poderes de esos espíritus. El bokó montado por un luá, fuma según le indique ese luá para conseguir sus fines curativos, adivinatorios, etc. i. Pañoletas de colores Cada color es representativo de un determinado luá, el brujo lo utilizará para hacer diferentes pases y hacer llegar el poder del luá correspondiente al color utilizado. 152 JOSÉ IGNACIO URQUIJO VALDIVIESO

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