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EL CARIBE: RELIGIOSIDAD POPULAR Y VUDÚ 1. INTRODUCCIÓN Cuando decidí salir como misionero con OCASHA, nunca pensé la gran riqueza de experiencias que iba a vivir y que de forma clara han marcado mi vida y le han dado el rumbo que tiene en la actualidad. Siempre se nos dijo en las reuniones, jornadas y cursillo preparatorio, que la vida misionera te da más que lo que tú llegas a ofrecer. Es verdad de forma rotunda y no sólo en aspecto de la fe, sino también en el vital, en la misma esencia del corazón; no conoz- co a nadie que habiendo tenido una experiencia misionera no haya visto su vida cambiada, transformada. Son muchas las cosas en las que te afecta y el que lo ha vivido sabe perfectamente de lo que estoy hablando. Hoy, en este breve ensayo que presento sobre la religiosidad popular dominicana, muestro una de las influencias que ha tenido en mí la Misión: el conocer y vivir de primera mano la forma en que un pueblo, el dominicano, vive y entiende su fe, sus ansias de inmortalidad y transcendencia y a veces las muchas desviaciones o errores en que se pueden caer a causa de ello. El trabajo de campo realizado para investigar la influencia del vudú y de la brujería en la religiosidad popular dominicana comen- zó en los años 86 y 87, y se ha continuado en el 89, el 90, 91 y el 94. Parece tiempo suficiente como para dar una panorámica amplia. Aun así, este fenómeno tiene una dinamicidad propia que hace que puedan irse añadiendo nuevos elementos con el paso del tiempo. Por ello no podemos hablar de que sea un estudio exhaustivo, aun- que sí una demarcación de una serie de factores centrales de la reli- giosidad popular dominicana que por su importancia son una cons- tante, un núcleo, al cual pueden irse añadiendo nuevos elementos o perdiendo importancia otros. Pero siempre en torno a ese núcleo