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es, en principio, verificable o falsable. Esto provoca que se excluyan muchas realidades humanas de dicho campo, por no ser verifica- bles. O lo que puede ser más grave y erróneo, que ciertos saberes o modos de hacer restrinjan su campo teórico de explicación a aquellos aspectos que encajan en la ciencia empírica para poder ser consideradas de manera similar. Esto es así porque en la reflexión fácil, la ciencia adquiere un prestigio como verdad objetiva y univer- sal. Pero, quizás, la ciencia no es tan simple como esto, y, quizás, la ciencia la realizan seres humanos, racionales y también volitivos. En este sentido resulta pertinente recordar las palabras de Husserl fren- te al pensamiento positivista: “Meras ciencias de hechos hacen meros hombres de hechos” 6 . El fundador de la fenomenología representa un intento de ampliación semántica del término ciencia, que va más allá del campo experimental. Esta introducción signifi- cativa, al menos, hay que tenerla en cuenta y no se puede desde- ñar, al no ser que caigamos en un positivismo a ultranza y en un escepticismo, que no hace sino justificar la crítica del Husserl a las ciencias experimentales. Por lo tanto, señalemos, por lo menos, que se abre a la consideración (aún controvertida) de ciencia, el hecho de tratar otras disciplinas como la filosofía bajo tal nombre 7 . Por otra parte, durante mucho tiempo se han establecido crite- rios de diferenciación entre el campo teórico y la aplicación prácti- ca de constatación teórica, es decir, entre ciencia y tecnología. Para muchos autores en la actualidad resultaría muy problemático reali- zar esta distinción ante el cambio profundo y la interacción efectua- da entre estos dos ámbitos de estudio de la realidad y sus hechos. De modo que “durante el siglo XX la ciencia y la tecnología han 530 MANUEL LÁZARO PULIDO 6 E. H USSERL , La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología transcen- dental (Barcelona 1991) 6. 7 “La fenomenología pura, de la cual queremos buscar el camino aquí, caracterizar esa singular posición que ocupa entre las demás ciencias y mostrar que es la ciencia fundamental de la Filosofía, es una ciencia esencialmente nueva aleja- da del pensar natural, por lo que tiene de peculiar en principio, y, por lo tanto, pug- nando por desarrollarse en nuestros días” (E. H USSERL , Ideen su einer reinen Phäno- menologie und phänomenologischen Philosophie Husserliana III, 1950. Texto traducido extraído del artículo J. A. A RIAS , La fenomenología, un pensar radical (Reflexiones acerca de la distinción husserliana entre “natürliche Geisteshaltung” y

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