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de la filosofía de la ciencia, o la de la teología natural (filosofía teo- lógica en el ámbito anglosajón), olvidando así muchas esferas de comprensión del fenómeno y el hecho vivido por el ser humano. La filosofía de la religión, además, es una muestra más de la posibilidad de diálogo, porque su propia forma de hacer incita a ello. No sólo porque la filosofía de la religión tiene que abordar el hecho religioso, como su propio nombre indica, sino porque como disciplina filosófica se abre a la interpretación y al permanente diá- logo con otras disciplinas que tratan, a su vez, con el objeto religio- so. De hecho, la filosofía de la religión, en definitiva, aplica el méto- do filosófico a un hecho que es distinto al hecho empírico del que se ocupa la filosofía de la ciencia, pero que también tiene relacio- nes prácticas que interactúan. La filosofía de la religión pregunta donde no puede llegar el hecho de la ciencia, cosa que no impide que sea una cuestión del hombre y, por lo tanto, digna de conside- ración filosófica. Por lo tanto, la filosofía de la religión tiene por su objeto un carácter diferente al de la ciencia, sin dejar de ser filoso- fía. Como tal se diferencia de otras aproximaciones al hecho religio- so, pero las tiene en cuenta. La práctica filosófica distingue clara- mente la presencia tanto del objeto (al menos como digno de consideración, aunque su objeto y métodos estén aún por terminar de aclararse) como de disciplinas científicas que lo estudian, como la historia de las religiones, la sociología de las religiones, la psico- logía de las religiones… En definitiva, el análisis de la filosofía de las religiones nos lleva a la interacción de disciplinas para poder rea- lizar una reflexión en profundidad. Lo interesante en el desarrollo del tema sobre el diálogo es tanto la legitimidad del estudio de la religión desde la filosofía, como el subrayar su apertura a otras disciplinas, que seguro, ellas se denominan científicas. Al igual que la filosofía de la ciencia y la tecnología nos han mostrado el carácter contextual de las ciencias que estudian, la filo- sofía de la religión exhibe, también, que la religión se impregna de sentido en un fenómeno complejo del hombre. La filosofía ha de enfrentarse a un reto importante ante la evo- lución del actuar humano y de las realidades que se van constitu- yendo del mundo tecnocientífico. Una situación que reclama una CIENCIA Y RELIGIÓN: ¿ES POSIBLE EL DIÁLOGO?… 565