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logo constructivo y de enriquecimiento mutuo en temas que con- ciernen tanto a la ciencia como a la religión, tales como ecología, control de la natalidad, genética, control de la información, etc 60 . La absoluta independencia puede llevar a una disociación de desastro- sas consecuencias para la misma población civil y llevar a la prime- ra postura de conflictividad real 61 . La independencia es una postura muy al uso actual que tiene el recurso ilusorio del respeto. Un ejemplo lo encontramos en el intencionado y fallido “dictamen” de J. A. Marina, en el que apela, citando a Hume y Rudolf Otto, a la incompatibilidad de las posturas y su irreconciliabilidad 62 , reduciendo ambos saberes a su carácter privado (religión) y público (ciencia) desde planteamientos positi- vistas, ya puestos en duda por la propia ciencia y señalados aquí en líneas anteriores 63 . Es muy frecuente que los científicos más positi- vistas y defensores del escepticismo entiendan que existe una inde- pendencia, pues, desde su perspectiva, la compatibilidad entre cien- cia y religión es simplemente imposible, siendo la religión una ficción poética que nace del drama existencial 64 . En el mundo musulmán, el matemático malayo Osman Bakar podría representar esta opción, si bien las motivaciones y los funda- mentos son distintos. No se trata de un deseo de separación, sino de la constatación de tal separación. Intencionalmente es diferente. CIENCIA Y RELIGIÓN: ¿ES POSIBLE EL DIÁLOGO?… 551 60 A. U DÍAS , O. c. , 26. 61 Una constatación de esta situación la podemos ver en ciertas posturas de radicalización religiosa en algunos países de religión musulmana, donde la indepen- dencia absoluta cae en el desprecio. Cf. H. E BRAHIMNEJAD , Religion and Medicine in Iran: From Relationship to Dissociation , en Histoire of science 40 (2002) 57-69. 62 J. A. M ARINA , Dictamen sobre Dios (Barcelona 2001) 66. Cita el texto de D. H UME , Investigaciones sobre el entendimiento humano , sect. XIII, part. III (“Si coge- mos cualquier volumen de teología o metafísica escolástica, por ejemplo, pregunte- mos: ¿Contiene algún razonamiento abstracto sobre la cantidad y el número? No. ¿Contiene algún razonamiento experimental acerca de cuestiones de hecho o exis- tencia? No. Tírese entonces a las llamas, pues no puede contener más que sofisti- quería e ilusión”) y de R. O TTO , O. c (“El sentimiento de presencia religiosa demues- tra una presencia real”). 63 Hago mía la acertada crítica de J. M. M ARDONES , La religión en el pensa- miento español , en Revista portuguesa de filosofia 60 (2004) 896-897. 64 En estas tesis se apoya el libro colectivo, P. K URTZ , B. K ARR y R. S ANDHU (eds.), Science and Religion: Are They Compatible? (New York 2003).

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