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Pudiéramos también apreciar un elemento de fe en cuanto pro- babilidad en la ciencia. Llevando al extremo el argumento de la inducción de los axiomas empíricos, no nos queda que aferrarnos a ciertos principios axiomáticos tan racionales como inverificables, si bien útiles dentro del funcionamiento del sistema. Esto ha provoca- do que, preferentemente, desde la estadística matemática terminen separándose inducción de probabilidad, lo que no supone, de por sí, una clarificación para el método científico. Otro elemento de reflexión consiste en la neutralidad axiológi- ca del quehacer científico. La objetividad científica no permite una consideración moral de la misma. Pero desde las coordenadas de análisis actuales en filosofía de la ciencia parece cada vez más difí- cil afirmar dicha neutralidad. En este sentido, fe y religión, en el sentido de axiomas (o con- vicciones no apoyadas en razones explícitas) y comunidad, se entre- lazan en la ciencia, en sus descubrimientos, en su justificación, en su demarcación e interrelación práctica con el mundo. Estos elemen- tos de convención científica no implican que la realidad sea en sí convencional, sino que a la hora de hacer ciencia y hablar de la misma, sin reducir la misma a esta visión, no hemos de olvidar que se utilizan representaciones complejas propias del hombre que uti- liza con naturalidad situaciones convencionales. 3. CIENCIA EN LA RELIGIÓN La religión en relación con lo numinoso y lo sagrado hace refe- rencia a una actitud más que a un dato objetivo o resultado de cál- culos racionales. Es, así, un conjunto de vivencias o modo peculiar de asumir la existencia que crea serias dificultades a la hora de su comunicación. A pesar de la dificultad intrínseca, la práctica acadé- mica y científica proyecta a la religión a tener una amplia relación con la ciencia en sí misma, al menos de dos formas: en cuanto que es estudiada por diversas ciencias y en cuanto que ella misma se CIENCIA Y RELIGIÓN: ¿ES POSIBLE EL DIÁLOGO?… 541 tion of Science: Studies on the abuse of reason (Chicago 1952), donde critica el abuso operado al aplicar el método científico en campos como la ciencia social, la econo- mía y la historia económica.