NG200503003
Según Popper resulta erróneo pensar que la ciencia empírica proce- de mediante métodos inductivos. Y, por ende, la ciencia es ilógica si proviene de aserciones singulares, como los informes sobre resul- tados de observaciones o experimentos, y llega hasta aserciones uni- versales, por ejemplo, hipótesis o teorías, tal y como se suele afir- mar que es una inferencia inductiva 23 . A partir de la crítica popperiana al criterio empirista de significado, propone la falsación como criterio de demarcación o diferenciación de las teorías cientí- ficas. En definitiva, las teorías, siguiendo el modelo lógico del Modus Tollens , funcionan en tanto que no se nieguen, aunque no se pue- dan verificar, lo que supone abandonar la pretensión de un princi- pio o fundamento absoluto para la ciencia. En el fondo se propo- nen las teorías sin fundamentos seguros y con base en decisiones subjetivas. Popper acierta a la hora de considerar la ciencia desde el punto de vista lógico-epistemológico, pero ello le lleva a descuidar la influencia del contexto histórico en la creación y desarrollo de la teoría científica. Es decir, en Popper subyace la clásica distinción del positivismo lógico entre contexto de justificación y contexto heurís- tico o de descubrimiento, inclinándose por el primero en detrimen- to del segundo. Las dos teorías anteriores muestran un carácter especulativo del lenguaje y del funcionamiento de las teorías. Las tesis neopositivis- tas de lo que se conoce como “concepción heredada” 24 empezaron 536 MANUEL LÁZARO PULIDO res que estén «verificados por experiencia» (cualquiera que sea lo que esto quiera decir). Así pues, las teorías no son nunca verificables empíricamente” ( Ib. , 39). 23 La historia del “pavo inductivista” mencionada por Bertrand Russell y recordada por el propio Popper puede servir para ilustrar la cuestión: “Este pavo descubrió que en su primera mañana en la granja avícola comía a las 9 de la maña- na. Sin embargo, siendo como era un buen inductivista, no sacó conclusiones pre- cipitadas. Esperó hasta que recogió una gran cantidad de observaciones del hecho de que comía a las 9 de la mañana e hizo estas observaciones en gran variedad de circunstancias, en miércoles y en jueves, en días fríos y calurosos, en días lluviosos y soleados. Cada día añadía un nuevo enunciado observacional a su lista. Por últi- mo, su conciencia inductivista se sintió satisfecha y efectuó una inferencia inductiva para concluir: siempre como a las 9 de la mañana. Pero ¡ay! se demostró de mane- ra indudable que esta conclusión era falsa cuando, la víspera de Navidad, en vez de darle la comida le cortaron el cuello”. Citado en R. P ORLAN , Constructivismo y escue- la (Madrid 1995) 31-32. 24 Expresión de Putman ( Lo que las teorías no son , en L. O LIVÉ y A. R. P ÉREZ , Filosofía de la Ciencia: Teoría y Observación (México 1989) 312) que aparece en la
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