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genérico para el pensamiento del profesor E. Rivera de Ventosa qui- zás el más adecuado fuera el de sabiduría cristiana ” 15 . Y, tras expli- car las fuentes y el significado histórico del concepto de sabiduría cristiana, desentraña las raíces del pensamiento cristiano del profe- sor Rivera de Ventosa, destacando la singular conciliación que reali- zó en sus obras de la filosofía griega y del pensamiento bíblico, al modo de San Buenaventura. Y concluye: “Pese a la coyuntura social de los años en que se formó, los treinta y cuarenta de nuestro siglo, a mi entender poco favorables en España a la “apertura” del pensa- miento... el contenido de su obra muestra una voluntad radical de conocimiento realizado luego de un modo sabio, cristiano y francis- cano... y su culminación en una teoría abierta del amor me parece fundamental en el saber cristiano” 16 . Por su parte, el profesor Diego Gracia, en un breve, pero ilu- minador retrato 17 , califica la obra intelectual del profesor Rivera de Ventosa como “socratismo cristiano”. Afirma haber aprendido de éste, su maestro, una interpretación de la filosofía griega y del mismo Sócrates que la hace compatible con el cristianismo. El pro- fesor Rivera de Ventosa hizo posible una filosofía cristiana, según la interpretación del profesor Gracia, liberando al pensamiento heléni- co del necesitarismo a favor de la libertad. La concepción de Dios como amor libre y generoso, un amor de efusión, como le gustaba decir al profesor Rivera de Ventosa, es el eje sobre el que se asien- ta la compatibilidad de la necesidad de la naturaleza divina y su voluntad libre. Es el famoso tema de la cuestión quodlibetal de Esco- to 18 , que concluye afirmando que, aunque Dios es vida natural y necesaria, sin embargo quiere libremente vivir con tal vida. Así la necesidad y la libertad se aúnan y se armonizan en la vida libre de Dios. Pues bien, esta primacía del amor y de la liberalidad, de pro- funda raigambre franciscana, llevó al profesor Rivera de Ventosa a entender a Sócrates, no como un filósofo intelectualista y especula- tivo, sino como un espíritu libre de dogmatismos y preocupado por ENRIQUE RIVERA DE VENTOSA EN “NATURALEZA Y GRACIA” … 467 15 Ib. , p. 79. 16 Ib. , p. 86. 17 D. Gracia, “Socratismo cristiano”, Anthropos , O.c., pp. 89-90. 18 Véase mi comentario de esta cuestión en P. García Castillo, “Libertad y necesidad según Juan Duns Escoto”, Naturaleza y Gracia 41 (1994) 261-274.

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