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Frente a este modelo eminentemente comercial, el modelo español presenta unos rasgos muy distintos. Aunque en las capitu- laciones de Santa Fe, España, a juicio del profesor Rivera de Ven- tosa, planeó una colonización comercial, sin embargo, un año des- pués, cuando Colón llega ante los Reyes de España con unos hombres diferentes, que inmediatamente fueron bautizados, sien- do los Reyes sus padrinos, entonces se da un cambio fulminante de signo en la colonización, porque los hombres del nuevo mundo se convierten en protagonistas de la misma. Hay un gesto humano de los Reyes que comienzan así una colonización cristiana, que se verá reflejada en el mismo testamento de Isabel la Católica, que deja plasmado en él cómo su principal intención fue convertir a “nuestra santa fe católica” a todos aquellos pueblos, cuyas islas y tierras le fueron concedidas por la Santa Sede Apostólica. Igual- mente atestiguan este sentido humano y cristiano las Leyes de Indias , que ordenan que se procure el buen tratamiento de todos los naturales. Y todo ello culminó en la creación del derecho de gentes que la Escuela de Salamanca, con Vitoria a la cabeza, pro- clamó como anticipo de la proclamación universal de los derechos humanos. Y, como indica el profesor Rivera de Ventosa, si hay un aspecto que destaca en la ética de la colonización española es el grito que, ante la hollada dignidad humana surgió en la concien- cia cristiana a favor del respecto a la vida, la persona y su carácter sagrado, que fue la fuente de la ciencia del derecho internacional. Los misioneros constituyeron los instrumentos eficaces de este mensaje, con sus protestas ante las injusticias cometidas, hasta el punto de que el profesor Rivera de Ventosa, considera que este despertar del alma misionera fue tan importante como el impulso regio de las leyes para lograr una colonización integradora, tan dis- tinta de las demás de la modernidad. Esta colaboración de la auto- ridad política y del fervor misionero fueron, como concluye el pro- fesor Rivera de Ventosa, la clave de ese sello cristiano y personal de la colonización: “Esta vertiente moral hispánica no se la puede desconocer. Y es de la unión de ambas conciencias, la de los misioneros en el trato diario con los indios y la de los poderes políticos hispánicos que quieren cumplir su misión, de donde sur- gen las polémicas, discusiones, lecciones doctorales y demás ENRIQUE RIVERA DE VENTOSA EN “NATURALEZA Y GRACIA” … 507