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suficiencia, aunque algunos filósofos como Anaxágoras o Platón, penetraran en el espíritu rector del universo y del hombre. La filo- sofía, sin embargo, quedó plasmada como un saber, alejado de la religión, convertida en una obra perfecta de la razón, olvidándose de la vida y de su misterio de salvación. En la Edad Media se produce una crítica contienda entre la sabi- duría y la filosofía, que el profesor Rivera de Ventosa reconstruye con lucidez. La senda abierta por San Buenaventura en esta disputa fue la transitada por el profesor Rivera de Ventosa, desde su tesis doctoral hasta su última publicación, una senda que hace posible la armonía y el diálogo constructivo entre la fe y la razón, entre la sabi- duría y la filosofía, reduciendo ésta a sus justos límites, en los que tiene un valor innegable. En la tradición agustino-franciscana, en la que halla sentido el pensamiento del profesor Rivera de Ventosa, sabiduría cristiana y filosofía son interlocutores del diálogo incesan- te del espíritu humano. Un diálogo esencial para leer los tres libros que Dios ha entregado al hombre en su deseo de que encuentre el itinerario de salvación. Por eso, concluye con estas palabras: “A tra- vés del estudio hemos podido advertir el entrecruzamiento que his- tóricamente ha tenido lugar entre sabiduría y filosofía. Y cómo estos dos saberes, centrados en una civilización cristiana, no solamente no han sido contradictorios sino que mutuamente se han completado, llegando a constituir lo que en el lenguaje agustino-franciscano se ha llamado sapiencia cristiana” 33 . En el artículo “Physis-Diatheke”, el profesor Rivera de Ventosa trata de esclarecer el contraste entre la filosofía aristotélica, volcada hacia la naturaleza invariable, norma inquebrantable de los seres naturales, y el pensamiento bíblico, que es ante todo un testamen- to, pacto o mensaje, dado directamente por Dios a su pueblo. La conclusión de este artículo viene a corroborar el concepto de sabi- duría cristiana expuesto ya en el anterior. El estudio del profesor Rivera de Ventosa parte del conocido texto de Zubiri, que afirma que el cristianismo ha realizado una espléndida síntesis de las tres sublimes creaciones del espíritu humano: la filosofía griega, el dere- cho romano y la religión de Israel. Tras este punto de apoyo, el aná- 474 PABLO GARCÍA CASTILLO 33 Ib. , p. 203.