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cuando aún duraba, agónica, la exhausta monarquía. Y apenas pisé suelo español, en Irún, volví a arremeter de palabra contra el régi- men de entonces y contra la realeza...” 134 . Regresó pues para seguir luchando..., y por libre, como lo había hecho siempre, puesto que liberal era ante todo y sobre todo su alma 135 . De ahí que apenas los pies en tierra española, acuciado, cómo no, por preocupaciones trascendentes, adelantara cual bandera de batalla el motivo de su lucha: “¡Por Dios, por España, por la ley...” 136 . Con este lema a pri- mera vista sorprendente en boca de Unamuno por la resonancia de rancio tradicionalismo que evocaba, si bien matizadamete quebrada, y con este su propósito de fondo omnicomprensivo, volvió a casa identificado con el destino histórico y eterno de la nación españo- la 137 . Esta última etapa fue también para él tanto la de su glorifica- ción personal como la de su pasión y muerte civil, aparte de la de su muerte natural, claro está; aquélla en que recibió los máximos honores políticos, académicos, sociales... y aquélla en que también sufrió los desaires y desencuentros más dolorosos. Recibido en olor de multitudes en Salamanca a la vuelta del exilio, fue elegido con- cejal en las municipales de abril de 1931, fecha en que España se levantó republicana; y, en reconocimiento de su lucha antimonár- HACIA UNAMUNO CON UNAMUNO 449 “Me volví para reanudar aquí, en el seno de la patria, mis campañas civiles, o si se quiere políticas” (VII, 306)–. Y ya, tras su desacuerdo con el aire que tomaba la República, escribe a unos amigos: “Me veo arrastrado en un torbellino público y des- tinado a levantar pequeñas tempestades” (EI, O.c. en n. 1, p. 397). 134 IX, 459.- Menudeó la crítica demoledora a la monarquía y no paró hasta que no la vio caída. 135 “El liberalismo es el universal concreto de toda política histórica, es lo más comprensivo y a la vez lo más expansivo. Es la fórmula suprema del alma del hom- bre” (EA, O.c . en n. 21, p. 551). 136 ES, O.c . en n. 24, p. 353.- Cf. “Sobre el divorcio” en RE, O.c . en n. 2, p. 85. En este artículo, al hablar de su lema, añade: “Dios sobre todo”. 137 “Mi repatriación... es liberación y significa liberación de mi España” (EA, O.c. en n. 21, p. 551). –“Todo español quiere tener mando, pero... sin cargar con nada. Yo en estos momentos históricos voy a ver si cargo al menos con la respon- sabilidad de los dolores de esta España, que quiero grande y hermosa... Aquí estoy ahora dispuesto a todo” (IX, 1210)–. Unamuno dijo de sí que era “más bien omnis- ta, quiere conservarlo todo” (VI, 1334). –“A este comentador, por su parte –escribía en otro lugar–, no le es indiferente ni el catolicismo ni ningún otro credo religioso, anti-religioso, científico, artístico o político” (en RE, O.c . en n. 2, p. 137).

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