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llegó a la Ciudad del Tormes, que hasta entonces había sido para él solamente “un nombre lejano y vago” 36 . Con el tiempo la percibirá como “luminoso relicario del Renacimiento…, ensueño secular de oro…, remanso espiritual» 37 ; “selva de talladas piedras, en que ape- nas se siente fluir el tiempo” 38 . También la vio como “ciudad modes- ta y sencilla y un tanto campesina” 39 . “La buena fortuna –escribe al poco tiempo de llegar– me ha traído a explicar a esta Universidad” 40 . Boda y cátedra calaron en él de tal modo, que calificó aquel año como el de “la época más decisiva” de su vida 41 . Aquélla en que, joven y con su futuro ya clarificado, soñó, como dijo, “en no sé cuántas empresas y fabulosos viajes de descubrimiento a las más remotas y escondidas tierras del espíritu” 42 . Uno de esos “viajes” de primera hora (1894-1897) lo hizo al socialismo. Duró poco su militancia en las filas de Pablo Iglesias, pero fue intensa y fructífera como escritor. Hasta el punto de confe- sar que su “verdadera carrera pública, social, la de apostolado, empezó de publicista socialista, de asiduo colaborador de La Lucha de Clases , de Bilbao” 43 . Cientos de artículos suyos vieron la luz en periódicos, revistas y otras publicaciones socialistas, aun después de dejar la militancia 44 . También y como fruto de su contacto con el racionalismo y asimilación del método científico-positivo, hemos de recordar de esta etapa su tesis doctoral, Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca (1884) y su Filosofía lógica (1886), ejemplos máximos de su transitoria mentalidad positiva. Quizá recordando estas obras y la lectura de otros positivistas, como Ribot, escribirá más adelante: “¡Qué libresco era yo entonces! y ¡qué 430 ANTONIO HEREDIA SORIANO clarificadora de que, en efecto, al menos en su vertiente externa y normativa, no recuperó en verdad la fe perdida, ni siquiera al arrimo de la madre y de la novia. 36 Ib ., 262. 37 Ib ., 415, 257.– Id ., RE., O.c., en n. 2, p. 104. 38 I, 237. 39 VIII, 330. 40 Ib ., 185. 41 Ib., 555, 599, 606, 719. 42 Ib., 404. 43 IX, 311. 44 D. Núñez y P. Ribas han recuperado numerosos artículos de Unamuno publicados en la prensa socialista y otros periódicos. Cf. U NAMUNO : Política y filoso- fía. Artículos recuperados, 1886-1924 (Madrid 1992).

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