NG200502003

función filosófica racional no se puede reducir a un auto-sentido, a una función aislada, a un aislacionismo del sentido de la razón y de la experiencia humana. Este sentido, pretendidamente seguro y libre, ha hecho al hombre vivir con una sensación de autocomprensión de su propio modo de existir, como el adolescente que en el pulso constante con sus progenitores y todo lo que los representa se cierra en sus propias convicciones. Dicha posición resulta comprensible en un momento dado, pero se vuelve patológico si continúa en el tiempo sin ser superada. El hombre en permanente adolescencia se sentirá tarde o temprano vacío, insatisfecho, no realizado. Sin embargo, si es capaz de resolver el necesario conflicto en una auto- nomía amplia y receptiva 22 , entonces podrá caminar en su búsqueda de confirmación de su madurez. Si la razón se cierra en una idea “adolescente” de sí misma, no puede superarse. Esta autocomplacen- cia de la razón instrumental, positivista funcionalista reductora, indu- cida por posiciones ideológicas propias de un contexto histórico- social determinado, provoca en el hombre una insatisfacción al haber olvidado aspectos fundamentales de la propia razón que se expresa también bajo formas simbólico-expresivas y no de un modo esquizoide. Una persona no es racional y simbólica, sino que es sim- bólica al ser racional, al ser una función que le pertenece. El filósofo, o la persona que piense filosóficamente, ha de mirar la “realidad” no en su cómo, sino a partir de su “qué-como yo lo vivo” para llegar a interpretar su “sentido”. Es decir, ha de mirar el sentido de la realidad que se le aparece e intentar introducirse en ese misterio: “lo más otro que yo, puesto que me hace ser. Pero es lo más mío, porque lo que me hace es precisamente mi realidad siendo, mi yo siendo real”, dirá X. Zubiri 23 . Desde aquí resulta ade- cuado que la filosofía se abra de modo natural al estudio de la reli- gión por su dimensión de apertura. Pero, también, el objeto reli- gioso ha de ser estudiado por la filosofía en razón del sentido. ¿”DIOS” COMO OBJETO DE ESTUDIO DE LA FILOSOFÍA DE LA RELIGIÓN? 339 22 Una denuncia de W. Benjamin que desarrolla la Escuela de Frankfurt. Cf. J. HABERMAS, Teoría de la acción comunicativa II. Crítica de la razón funcionalista (Madrid 1999). 23 X. ZUBIRI, El hombre y Dios (Madrid 1984) 84.

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