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cualquier imperfección; y la teología mística, a su vez, niega en Dios toda imperfección, como la simbólica afirma toda perfección 20 . En las divinas Escrituras se habla de muchos varones óptimos, pero también de muchos pésinos. La teología mística niega de Cristo cualquier mal, vicio o pecado de los últimos, mientras que la simbó- lica afirma toda virtud y perfección de los primeros, sin mancha alguna o lunar de imperfección. Así también en la Sagrada Escritura leemos que muchas mujeres estuvieron llenas de virtudes mientras otras se dieron a los vicios. De la Santísima Virgen hay que afirmar toda la virtud y perfección de las santas mujeres, pero hay que negar cualquier imperfección de las malas. Por eso María Virgen es proclamada llena de gracia (Lc 1,28). Luego, si de gracia , llena de toda virtud; si llena de toda virtud, por tanto sin vicio alguno y, en consecuencia, vestida del sol; pues en el sol se ecuentra toda la cla- ridad de la luz, sin mancha de tinieblas. En Eva vemos la inocencia inmaculada, sin mancha de pecado original cuando fue formada (cf. Gn 2,25); vemos también su decep- ción ante el diablo y su pecado (cf. Gn 3,1-6). De la Bienaventurada Virgen hay que afirmar lo primero, y negar en absoluto esto último. Por tanto, todo vicio que se encuentre o pueda encontrarse en una mujer, hay que negarlo en la Santísima Virgen; mientras que toda virtud digna de alabanza que se encuentre o pueda encontrarse en las mujeres, hay que afirmarla de la misma Virgen. María, la hermana de Moisés, fue virgen, fue profetisa, fue santa (cf. Ex 15-20); pecó, sin embargo, de corazón y con la boca murmurando contra el hermano. Realmente el vicio de la lengua es muy familiar a las mujeres. También Sara pecó de palabra diciendo una mentira (cf. Gn 18,12-15); Rebeca mintió igualmente diciendo 380 BERNARDINO DE ARMELLADA 20 Esta distinción entre teología ‘simbólica’ y ‘mística’ la aplica Lorenzo a la fe del centurión (Mt 8,5-13): «Centurio hodie symbolica theologia instructus a fide cognoscit in Christo omnem esse potestatem...; sed instructus fide eadem mystica theologia, quae a Deo omnem imperfectionem aufert - est enim sicut pictura symbolica [theologia], mystica autem sicut sculptura, - cognovit Christum eo magis verbo omnia posse, quo nulli tan- quam Deus subiectus potestati erat» (S. Laurentius a B., Opera omnia , vol. V: Quadragesi- male secundum , pars I, Feria V Cinerum, n.7, p.140). Teología simbólica vendría a ser la teología de la afirmación conceptual, mientras que la teología mística, con la apertura de la negación, vislumbra la profundidad trascendente de la realidad divina. No parece estar en la mente de S. Lorenzo el valor específico del símbolo frente a otras formas teológicas o lógicas de significar que hoy se estudian y discuten.

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