NG200502002

sión propuesta por el mismo autor, analizando los tres grandes blo- ques de su discurso: 2.5.1. Títulos de justa esclavitud Estos seis capítulos, suponen los errores en la comprensión general del capuchino. Los asertos e ideas mantenidas por los diver- sos grupos interesados en la trata, tienen verdaderos errores de forma y contenido, lo que él prueba en este primer bloque. A este respecto, conviene detenerse, aunque sea brevemente, a analizar lo que supone cada uno de los capítulos que comprenden esta sección. I . El principio desde el fin Ésta es la idea que quiere hacer resaltar en el primer capítulo. Todos los hombres son libres por naturaleza, y la libertad natural es condición propia y característica del ser humano. Esto es así como consecuencia de dos motivos: en razón de la naturaleza y por voluntad de Dios. Por tanto, mantener a los negros esclavizados va contra todo derecho y norma divina o positiva. De esta suerte, el católico no puede oprimir y reducir a servidumbre a ningún seme- jante. Así lo expresa él: “yerran en el principio del derecho natural desaciertan cien veces en el fin. Los católicos que actúan en todo derecho y contra todos los derechos respecto a los esclavos, yerran en el principio al hacerlos cautivos o al comprarlos y trasportarlos a América; y desa- ciertan cien veces en el fin al llevarlos como a bestias y emplearlos como a mulos. Erraron en el principio al introducir la negociación ilí- cita ciegos de avaricia; y desaciertan cien veces al mantenerla, al ven- der, comprar, transportar, poseer hoy en día esclavos en contra de su propia conciencia. Erraron en el principio, dando ocasión a sedicio- nes entre negros, a rapiñas, hurtos, inhumanidades, crueldades, repre- siones inauditas y ejecutando maldades horrendas y crímenes execra- bles. Muchos erraron en el principio contra todo derecho natural, en el que no cabe admitir error; y todos desaciertan cien veces en el fin, obrando contra todos los derechos, haciendo injuria a los negros, comportándose con ellos mal, muy mal. Erraron en el principio, en este negocio de los negros, a escondidas los negociantes y mercade- res en otro tiempo y desaciertan cien veces en el fin de manera osten- 290 MIGUEL ANXO PENA

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz