NG200502001

mediante la reforma (no derogación) de la LOGSE, tal como quedó plasmada en la. Ley Orgánica de Calidad de la Educación, LOCE). Esta Ley se aprobó democráticamente en el Parlamento español, legítimamente elegido. (No se había recurrido a la utilización de móviles ni a algaradas vociferantes y amenazadoras para conseguir los escaños necesarios en el Congreso). Las modificaciones introdu- cidas en la LOCE son de mucho mayor alcance que las introducidas mediante los cambios curriculares. Los que se refieren al tema que estoy exponiendo quedarán explicitados más adelante. La LOCE, naturalmente, no salió a flote porque fue guillotinada antes de ser juzgada, es decir, antes de ser evaluada de acuerdo con los cánones o criterios que establecen los expertos en evaluación de programas. (Al fin y al cabo, una ley educativa no es más que un programa, susceptible, por tanto, de ser evaluado siguiendo deter- minados “estándares” que han sido estudiados, sopesados y acepta- dos por los expertos en evaluación educativa). Entiendo que conde- nar sin justo juicio previo no es propio ni de los grupos progresistas. Hablando con más precisión, es obligado decir que la LOCE está en vigor aunque esté paralizada la aplicación de muchas de sus disposiciones mediante la estratagema, inspirada, sin duda, en las artes de la más genuina picaresca, de modificar por Decreto del Gobierno socialista otro Decreto que determinaba el calendario de su aplicación. Se puede derogar de hecho parte de una ley orgánica mediante un documento de mucha menor categoría. 4. EL LIBRO VERDE Una de las promesas electorales del PSOE era elaborar una nueva ley de educación. Y para que todos pudiesen opinar sobre la misma y llegar a un consenso, el Ministerio elabora “a la carrera” el documento, Una educación de calidad para todos y entre todos , conocido también como Libro Verde en el que expone las líneas directrices de la futura Ley. Se pretendía, según palabras de la Minis- tra en su presentación, contar con un texto que propiciase “un debate abierto, sincero y con vocación de futuro”. […]. Por ello, la Sra. Ministra anima a todos 238 PEDRO FERNÁNDEZ FALAGÁN

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