NG200502001

Digo yo que acaso fuera conveniente establecer por ley una cuota entre creencias religiosas y entre éstas y la increencia, a fin de alcanzar un pleno equilibrio numérico de los afiliados a una u otra de esas posibilidades. Es una sugerencia. Entretanto, sigamos ale- grándonos de la disminución del desequilibrio, y en la medida que podamos, favorezcamos con leyes o con prebendas varias el adveni- miento del ansiado equilibrio. Cuando llegue ese tiempo venturoso, todo será bienestar, sosiego, paz, armonía. Dice también el diseño de la asignatura de Educación para la Ciudadanía que “la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo son una construcción histórica frágil que se debe permanentemente cuidar y proteger frente al fanatismo, la intolerancia y la violencia” 53 . Estoy de acuerdo con estas sabias reflexiones. Si antaño se hubiesen enseñado estas luminosas ideas en las escuelas, no habría tenido lugar la revolución de Asturias de 1934, en la que unos faná- ticos, intolerantes y violentos trataron de modificar radicalmente la vida de los españoles y de adueñarse por la fuerza del gobierno de la nación. Hay otro párrafo en el texto del diseño de Educación para Ciu- dadanía que no tiene desperdicio. Después de haber expuesto el enfoque que debe darse a la materia durante la ESO, concluyen los redactores del documento. “En resumen, que el centro escolar se convierta en una espe- cie de laboratorio democrático, donde se aprende el ejercicio de una ciudadanía responsable, respetuosa y solidaria y donde se ayude a ver la política como un noble servicio a los demás miem- bros de la sociedad” 54 . A mi modo de ver, el comentario más adecuado es un breve amén . 268 PEDRO FERNÁNDEZ FALAGÁN 53 Ib. 54 Ib.

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