NG200501004
la posibilidad del acceso a la realidad nouménica. Es la acusación solipsista que Apel y Peirce le hacen. Kant pretende construir una ciencia filosófica a partir de la razón y la conciencia que le aleje del solipsismo cartesiano, des- pierto por el empirismo del “sueño dogmático”. Sin embargo, y no será la única vez que le pase, su pensamiento es tachado de algo contra lo que luchó: en este caso la acusación de solipsismo efec- tuada por Apel 19 , de utilizar un método psicologista y circular. Esta acusación de Apel, junto a Peirce, se basa en la distinción kantiana entre fenómeno y noúmeno y la incapacidad de conocer realmente esto último. Frente a este ataque desde la consideración semiótico- semántica positivista, Dulce María Granja subraya que frente a esa lectura desde el sentido empírico hay que tener en cuenta la des- cripción trascendental que en realidad afirma que “no hay posibili- dad de conocimiento objetivo independientemente de tales condicio- nes epistémicas” 20 . Esta crítica y preocupación kantiana está más vertida al modo de conocer que al objeto de conocimiento en sí 21 . En fin, de lo dicho podemos concluir que Kant está maniatado por su preocupación de fundamentar el conocimiento: el objeto en sí, regulador del quehacer humano que no podemos negar para vivir, no puede ser conocido por la razón. El sujeto cognoscente de vocación unificadora no puede completar su labor. Pero, como pon- drá en evidencia la Razón práctica , Kant necesita de la hipótesis de su existencia y conocimiento —aunque sea provisional en cuanto postulado que será verificado en la práctica moral—, para poder DISTINTOS TRATAMIENTOS DE LA SIMBÓLICA EN LA FILOSOFÍA… 181 19 Cf. K. O. APEL, La transformación de la filosofía. Vol. II (Madrid 1985) 149-185 20 D. Mª GRANJA, ¿Es solipsista el ‘Yo’ kantiano? , en ID., (Coord.), Kant: de la Crítica , O. c. , 81. 21 Como hemos dicho Kant no niega la realidad objetiva, sino que la razón pura pueda tener conocimiento de él : “Pues, como todo principio que asegura a priori al entendimiento la unidad total de su uso se aplica también, aunque indirec- tamente, al objeto de la experiencia, de la misma manera, los principios de la razón pura tienen una realidad objetiva en relación con él, aunque, es cierto, no para determinar algo, sino solamente para indicar el procedimiento según el cual el uso experimental empírico y determinado del entendimiento puede ser enteramente acorde consigo mismo, únicamente porque le hace concordar, en la medida de los posible, con el principio de la unidad universal y que se derive de él” ( KrV . B 693- 694).
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