NG200501004

posibilidad de conocer. Lo dice el propio Kant: “La razón nunca se refiere, pues, directamente a la experiencia o a algún objeto, sino al entendimiento, a fin de dar unidad a priori, mediante conceptos, a los diversos conocimientos de éste. Tal unidad puede llamarse uni- dad de razón, y es de índole totalmente distinta de la que es capaz de producir el entendimiento” 16 . Pero la razón realiza la labor de la conciencia de unificar, de buscar unidad de su contenido de conoci- miento, que no son los objetos de la experiencia. La unidad de la razón es, según Isidoro Reguera, una actitud subjetiva que busca “un grado supremo de organización de las reglas y conocimientos del entendimiento, conseguido por el uso meramente lógico (...) Es una unidad de segundo orden, una metalógica” 17 . Estamos ante una extensión de la unidad de la experiencia posible del entendimiento en una unidad del propio entendimiento. La labor unificadora de la razón está referida a los principios pero ¿contiene principios sintéticos- a priori que puedan dar conoci- miento fundado? Kant concluye que los principios de la razón lógico-trascendental no pueden ser constitutivos de conocimientos trascendentes, sino meramente principios reguladores 18 , pues se refieren a los conocimientos del entendimiento y no pueden refe- rirse a los objetos de experiencia dados en la intuición sensible. La razón conoce aquí su limitación ante las posibilidades propias de conocimiento de los fenómenos y la realidad, y su capacidad de referirse a principios que sean constitutivos de realidad trascen- dente. La razón, si no quiere caer en la ilusión, ha de aceptar su res- tricción, su autolimitación. Kant realiza su criticismo en la denuncia del discurso erróneo y contradictorio de la razón cuando intenta ir más allá de sus posibilidades. La razón limitada de una conciencia cognoscente unificadora es incapaz de poder operar con la realidad nouménica sin caer en antinomias y paralogismos. La religión y su objeto por excelencia en occidente, Dios, queda abortada a esta razón lógico-trascendental. La filosofía kantiana parece enclaustrarse en el Yo pienso y cerrarse a 180 MANUEL LÁZARO PULIDO 16 KrV . B 359. 17 I. REGUERA, La lógica de la razón pura , en Anales del Seminario de Histo- ria de la Filosofía 2 (1981) 102. 18 KrV . B 729-730.

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