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rrido de acceso divino, anagógico que lo inserta en la historia en cuanto desvelamiento. El hombre no necesita separar naturaleza e historia, no necesita una filosofía de la religión y otra de la historia para saber lo que le cabe esperar. Puede sentir con sus órganos (significado estricto de sentido en san Buenaventura) las cosas entendidas como presentes (significado lato de sentido) 66 . Puede en ese conocimiento de la razón, del espíritu esperar, tener esperanza, porque ella se hace pre- sente en el acto de conocer el objeto religioso. El carácter simbólico hace que el hombre alcance la similitud expresiva con Dios, aquello que Kant nunca pudo alcanzar con su sentido analógico. CONCLUSIÓN La simbólica kantiana se circunscribe en todo su proyecto que cae en la separación entre representación y objeto. Aquí se instala lo que Erwin Schadel ha escrito y ha dicho en este Simposio del dolor tántálico de Kant: busca la totalidad pero no es capaz de alcanzarla, aunque no pierda su esperanza de conseguirla 67 : “A partir de aquí DISTINTOS TRATAMIENTOS DE LA SIMBÓLICA EN LA FILOSOFÍA… 197 mum principium, quod est Deus ” ( Ib. , p.2, c.12: V, 230). Cf. I Sent. , d.3, p.1, q.2: I, 71-73; II Sent. , d.16, a.2, q.3: II, 404-406. 66 San Buenaventura hace una clasificación de la palabra ‘sentido’ en II Sent., d.8, p.1, a.3, q.2, ad.4: II, 122. 67 “Aquí hay que tener en cuenta que el filosofar kantiano va guiado por una intención de totalidad y justamente por eso, porque él no alcanza a expresar la tota- lidad elemental, sufre la tortura del ‘dolor tantálico’ . Esto significa: En tanto que ese ‘dolor’ se conciba como un dolor que surge por el hecho de no alcanzar el todo, resul- tan modificaciones en la comprensión corriente de Kant, por ejemplo en la compren- sión “postmoderna”, la que parte de que (según lo formula Welsh) «en Kant tiene lugar en la historia de la filosofía el punto donde pierde fuerza la pretensión clásica de la totalidad». En contra de esa comprensión se encuentra el hecho de que Kant informa en la citada carta a Garve (con optimismo invencible) que su búsqueda del todo de la filosofía «no ha perdido su fuerza»” (E. SCHADEL, El «dolor tantálico» de Kant. Intento de un diagnóstico y principio de una terapia respecto a una perspectiva teórica de totalidad, en Anales del Seminario de Historia de la Filosofía 17 (2000) 117). En este párrafo el autor cita, por una parte la carta a su amigo Christian Garve que es el leif motiv del artículo e impresa en AA XII (1922 y reimpresa en 1969). Y cita, a su vez, unas palabras de W. WELSCH, en W. OELMÜLLER (Ed.), Philosophie und Wissenschaft ( Paderborn-München-Wien-Zürich 1988) 201.

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