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hombre en su forma y la existencia del alma, pero además su meto- dología nos lleva a dudar seriamente de un Dios providente. El pen- samiento aristotélico inaugura una crisis que aún persistirá en los siglos posteriores 47 y que supone el enfrentamiento entre fe y razón, una controversia siempre evitada que debía ser abordada sin mayor retraso en ese momento del acontecer intelectual e histórico. Se impone una cuestión clave a estas alturas del pensamiento medieval: ante una nueva forma de comprender la razón, ¿qué signi- ficado adquiere respecto a la razón?, es decir, ¿cómo entiende la razón san Buenaventura? b) L A RAZÓN SEGÚN S AN B UENAVENTURA La Edad Media es una época donde las relaciones entre fe y razón se imponen sobre las investigaciones posteriores, tal y como lo dice F. van Steenberghen en referencia al siglo de san Buenaven- tura: “Es claro que nuestro juicio sobre la filosofía del siglo XIII dependerá de nuestra manera de comprender la influencia del cris- tianismo en la evolución del pensamiento medieval ” 48 . Esta cuestión clave en esta época de la historia del pensamiento es una pregunta clásica de la pregunta bonaventuriana. Así, encontramos en el Maes- tro franciscano una relación, una mezcla entre filosofía, teología y mística que nos lleva de entrada a la confusión 49 . La influencia de la filosofía agustiniana y aristotélica —que interviene de forma positiva en las relaciones fe y razón— en san Buenaventura se conoce como “la cuestión bonaventuriana” 50 . DISTINTOS TRATAMIENTOS DE LA SIMBÓLICA EN LA FILOSOFÍA… 191 47 Cf. G. TULLO, Filosofia e Teologia nella crisi del XIIº secolo , en Belfagor 19 (1964) 1-16. 48 F. Van STEENBERGHEN, La philosophie au XIII e siècle (Lovaina 1966), 24 (traducción mía). 49 Cf. C. BÉRUBÉ, “Saint Bonaventure philosophe, théologien, mystique”, en ID., De la philosophie à la sagesse chez saint Bonaventure et Roger Bacon (Roma 1976) 258-282. 50 Cf. La cuestión se abre con la publicación de la obra de P. MANDONNET, Siger de Brabant et l’averroisme latin au XIII e siècle (Friburgo 1899), para quien el pensamiento bonaventuriano, en una corriente designada como «Agustinismo» y opuesta al tomismo, es un pensamiento inacabado y, más aún, es presentado como carente de interés para la historia de la filosofía, pues no existe una verdadera dis-