NG200501002

ser. El principio persiste en el efecto y converge, intrínsecamente, en la constitución de lo existente. Materia y forma son principios, ya que perduran en la composición o en los elementos constituyentes y resolutivos de las cosas. Por el contrario, la causa confluye, extrín- secamente, en lo causado, y existe fuera de la constitución de algo; aunque lo causado y lo principiado, en general, manifiesten su causa y su principio correspondientes 19 . El concepto de principio es más amplio que el de causa, puesto que abarca tanto principios que son causas como los que no lo son. El principio, componente intrín- seco y constitutivo de las cosas naturales, es su integrante ideal (materia y forma) y su integrante material (elementos y partes); la causa es lo que actualiza y genera las cosas de la materia, es extrín- seca a ellas y éstas respecto a ella 20 . Bruno distingue entre causa eficiente, causa formal y causa final. La causa eficiente se identifica con el intelecto universal o arte- fice interno que proporciona la forma o la vida a la materia cósmica, “y así es respecto a la producción de las cosas naturales como nues- tro intelecto es respecto a la producción congruente de las especies racionales” 21 . El artefice interno es la causa que hace ser al universo, su causa eficiente, y el intelecto universal proviene del principio pri- mero o unidad absoluta, es causa eficiente intrínseca y es la capaci- dad fundamental del alma del universo (principio de animación LA MATERIA INFINITA EN LA ONTOLOGÍA DE BRUNO 95 19 Cf. G. BRUNO, o. c. , 178. Toda causa es principio, pero no todo principio es causa; véase en G. Bruno, Summa terminorum metaphysicorum , cit., I, 4, 17. 20 Cf. I. GÓMEZ DE LIAÑO, o. c. , 69, nota 12; A. Guzzo, o. c. , 91-92, notas 43 y 45. 21 G. BRUNO, De la causa, principio e uno , cit., 232: “e cossí ha rispetto alla produzione di cose naturali, come il nostro intelletto alla congrua produzione di spe- cie razionali”. Cf. la traducción de I. Gómez de Liaño en o. c. , 70. Véase A. Guzzo, o. c. , 93, nota 50. También diferencia Bruno ( Summa terminorum metaphysicorum , cit., I, 4, 17-19) entre causa por sí, necesaria, en la que la voluntad divina y la natu- raleza inmutable se identifican, y causa por accidente, contingente y posible. Por sí, son causas la materia, la forma, el eficiente, el fin, el lugar y el tiempo. La fortuna, por ejemplo, sería causa por accidente. De las causas, unas son en acto (el alma es causa del animal) y otras son en potencia (por ejemplo, el arquitecto respecto a la construcción de una casa). Asimismo ( De monade, numero et figura , en Jordani Bruni Nolani, Opera latine conscripta , cit., I, 2, 370), las causas eficiente, ejemplar y final son consideradas supramundanas . Por último ( De rerum principiis, elementis et causis , en Jordani Bruni Nolani, Opera latine conscripta , cit., III, 564), nada es for- tuito, ya que todas las cosas particulares se comprenden bajo causas universales.

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