NG200501002

En definitiva, deviene el compuesto materia y forma, pero no la materia infinita que es substancia eterna a la que se unen las for- mas y los accidentes. La materia infinita más que potencia es perma- nente acto por sí misma, y posee en sí la capacidad universal de generar y conservar las formas transitorias. Son las formas las que cambian y la materia permanece siempre idéntica. El recibir y depo- ner formas por parte de la materia infinita, responde a un proceso natural, ya que en la unidad cósmica es constante y perenne la vici- situd de las formas, y en virtud de ello, el monismo de materia y forma es más naturalista que materialista. En este monismo, ninguna existencia material carece de alma y nada mental está privado de naturaleza corporal. La naturaleza es en todas sus partes una reali- dad viva, inteligente e inteligible, de suerte que nada ideal está más allá de la existencia natural, y nada material carece de animación intelectual. El punto de partida de Bruno en el De la causa es un intelecto generador de formas y distinto de la materia que las recibe. El punto de llegada es la indistinción de forma y materia, eficiente y paciente, en una substancia única en la que las formas sólo se dis- tinguen de la materia como accidentes, pero sin escindirse de ella. La substancia única es la naturaleza con la que se identifican materia y forma infinitas, y que es la fuerza interna que genera infinitas for- mas del seno de la materia. La estructura de la ontología de Bruno es cualitativa, porque la realidad es homogénea, pero su unificación no excluye la importancia de las diferencias y de cada uno de los aspectos de la vida universal o materia infinita. Se trata de abrir nue- vos espacios de investigación para comprender la infinita variedad de las formas de la materia y las complejas diferencias en el uni- verso infinito. La materia infinita es artefice interno (capaz de hacerlo todo), símbolo cósmico de la unidad divina, origen y principio de todas las formas, sin ajustarse a ninguna de ellas; es el acto que involucra todo y que se puede manifestar en infinitos cuerpos; potencia de todo acto, todo lo que es se encuentra fácilmente en ella. La materia infinita es energía eterna que se expande en infinitas realidades, principio vital y del movimiento (en cuanto idéntica al alma del uni- verso), origen de toda inteligencia existente (es el mismo intelecto universal), se infiltra en cualquier punto del universo. La permanen- cia del todo y la eternidad de la materia son la única verdad infinita. 130 MONTSERRAT BARTOLOMÉ LUISES

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