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mente en la naturaleza, será necesario que ella sea en la facultad perpetua de la materia, que es una potencia indistinta del acto,... 108 . La materia infinita origina las distintas formas, de las cuales no obtiene actualidad ni perfección ni eternidad ni inmutabilidad, de suerte que la materia no se inclina hacia las formas. La materia es la que verdaderamente permanece frente a la multiplicidad de formas, y la consistencia de las formas naturales depende de la materia; lo que cambia, lo incompleto, lo que está en permanente movimiento, lo que es en potencia, son las formas de las cosas sensibles; por el contrario, la materia infinita “es un ser divino en las cosas” 109 . La materia, como capacidad permanente para generar formas, es consi- derada ser divino en las cosas, puesto que recibe las funciones del intelecto eficiente universal (dualismo de eficiente y materia) para transformarse en el seno de las formas que son inherentes a ella (monismo de materia y forma) 110 . LA MATERIA INFINITA EN LA ONTOLOGÍA DE BRUNO 129 108 G. BRUNO, O. c. , 314-315: “Certo non è chi debba dubitare che, o per ricevere le forme o per mandarle da sé, quanto all’essenza e sustanza sua, essa non riceve maggior e minor attualità; e però non esser raggione, per la quale venga detta in potenza. La quale quadra a ciò che è in continuo moto circa quella, e non a lei che è in eterno stato ed è causa del stato piú tosto; perché, se la forma, secondo l’es- sere fondamentale e specifico, è di semplice e invariabile essenza, non solo logica- mente nel concetto e la raggione, ma anco fisicamente nella natura, bisognarà che sia nella perpetua facultà de la materia, la quale è una potenza indistinta da l’atto,...”. Cf. la traducción de I. Gómez de Liaño en O. c. , 125. 109 Cf. G. BRUNO, De imaginum compositione , cit., II, 3, liber I, 121; liber III, 291; De la causa, principio e uno , cit., 315. La forma se manifiesta gradualmente en tres tipos de cuerpos: en el simple ( numinum ), en el compuesto insensible ( demo- num ) y en el compuesto sensible ( hominum ); véase en G. Bruno, De monade, numero et figura , cit., I, 2, 370. El género de las formas, de acuerdo con el modo en que reciben la materia, es triple: físico (según la consideración y el ser), matemático (según la consideración) y metafísico (según la consideración o el ser); cf. en G. Bruno, Lampas triginta statuarum , cit., III, 85. Desde el punto de vista mnemotéc- nico, todas las formas, incluidas las de los animales más imperfectos e inferiores, pueden ser tan excelentes como las formas celestes; véase en G. Bruno, De umbris idearum , cit., II, 1, 46-47. 110 Cf. G. BRUNO, De la causa, principio e uno , cit., 315; I. Gómez de Liaño, ed. Expulsión de la bestia triunfante y De los heroicos furores , (Madrid 1987) XVIII; A. Guzzo, ed. De la causa, principio e uno , cit., 204-205 y 208, notas 191 y 209; Gior- dano Bruno , cit., 20-21. texto.

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