NG200501002

la unidad cósmica infinita debe estar constituida por infinitas espe- cies, cuya materia debe ser también infinita 95 . Teniendo en cuenta que la unidad divina es causa eficiente primera y universal, difunde, por la unidad cósmica, innumerable y necesaria materia para todos los cuerpos celestes, y esta materia está sometida a ambas unidades. La potencia de la materia infinita y la aptitud del espacio son corre- lativas e infinitas, de suerte que el acto y el universo son infinitos. El principio de movimiento y actualización es infinito porque procede del espacio infinito, y es un principio que se manifiesta en la ten- dencia de la materia-forma para generar modos de existencia infini- tos. Los innumerables astros constituyen unidad corporal en la uni- dad cósmica, infinita e incorpórea, fuera de la cual nada hay, puesto que ella es toda posibilidad 96 . En segundo lugar, la materia contracta o la materia segunda que es la materia propia de los cuerpos inferiores 97 , sometida a determinadas alternancias de las partes que la constituyen, y que continuamente se transforma en distintas cosas; es una materia que se halla bajo la diferencia, el cambio y el movimiento. Pero ni la materia infinita ni la materia contracta son indefinidas o informes. La primera, es la materia complicada (unidad inmóvil del universo) y está formada en la unidad cósmica, “en el instante de la eternidad” o “de una vez por todas” y simultáneamente es todo y cada cuerpo; la segunda, es la materia explicada y formada en la pluralidad (unidad móvil del universo), “en los instantes del tiempo”, en la vicisitud, y es todo y todo cuerpo, pero no al mismo tiempo. Si una es la “materia primera del todo”, queda garantizada la unificación de toda la realidad y la eliminación de las jerarquías aris- totélicas. Si del infinito se originan siempre nuevas formas de mate- ria, se disuelven los límites y las murallas del universo geocéntrico. LA MATERIA INFINITA EN LA ONTOLOGÍA DE BRUNO 123 95 Desde el punto de vista de la cantidad, la materia es eterna: la masa del universo es infinita; véase en G. Bruno, O. c. , liber III, 372; La Cena de le Ceneri , cit., 12. 96 Cf. G. BRUNO, Camoeracensis acrotismus , en Jordani Bruni Nolani, Opera latine conscripta , cit., I, 1, 99; De gli eroici furori , cit., 1089. 97 Respecto al universo, también se resalta la importancia de la materia para la producción de las cosas inferiores; véase en G. Bruno, De rerum principiis, ele- mentis et causis , cit., III, 553. Acerca de la relación entre las dos materias y la mate- ria infinita, cfr. I. Gómez de Liaño, O. c. , 116, nota 17.

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