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forma universal, que posibilita esta renovación. Ambas constituyen la realidad eterna del universo infinito. La naturaleza infinita es, en un único acto, materia y forma en sí mismas. Partiendo de la distinción de lo infinito y lo finito, de lo com- plicado y lo explicado, de lo absoluto y lo relativo, veamos cierta primacía de la materia infinita sobre la forma universal, subyacente en un monismo más naturalista que materialista. En el De la causa , sobre todo en el segundo, tercero y cuarto diálogo, Bruno elabora su ontología mediante el concepto de mate- ria infinita, en cuyo seno infinito de producción infinita se hallan y se explican las formas. Esta concepción de la materia infinita como unidad vital puede decirse que es el principio intrínseco y constitu- tivo, la raíz y el origen de toda su filosofía 92 . La materia infinita es una realidad absoluta e informe, un lugar que alberga infinitas dimensiones y determinaciones gracias a su incondicionada disponi- bilidad. La potencia de esta materia es infinita: de la materia infinita todo puede hacerse y ella todo puede hacerlo. La materia universal es acto sucesivo, instantáneo y puro, pero no es nada en el sentido de que no coincide con ninguna de sus especificaciones. La materia infinita se expresa como materia complicada y mate- ria contracta, que son idénticas desde el punto de vista del género y distintas desde el punto de vista de la especie. En primer lugar, la materia que es y posee todo en la unidad y no es susceptible de alterarse o cambiarse en nada es la materia de los cuerpos superiores o materia absoluta, por ejemplo, la de los astros o la del universo 93 . El universo infinito no tiene término ni figura, es infiguratum , pero los cuerpos celestes, que por naturaleza son infinitos, sí poseen configuración de acuerdo con su especie determinada y finita. Lo mismo sucede con el espacio inmenso e infinito: es infiguratum y sus dimensiones nada tienen que ver con las dimensiones corporales (largo, ancho, profundo) 94 . Ahora bien, 122 MONTSERRAT BARTOLOMÉ LUISES 92 Sobre la ontología de la materia infinita y la unidad vital, y su relación con la concepción del hombre, cf. M. Ciliberto, O. c. , 303-304. 93 La materia de nuestro mundo es semejante a la de otros astros; la materia infinita es uniforme, puesto que es la misma en todos los cuerpos celestes, incluida la tierra; véase en G. Bruno, De l’infinito, universo e mondi , cit., 517; La Cena de le Ceneri , cit., 12. 94 Cf. G. BRUNO, De immenso et innumerabilibus , cit., I, 1, liber II, 293.
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