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de las formas; se trata de un recorrido circular en el tiempo cíclico que conlleva el carácter de eternidad. El ser de la materia infinita posee todas las dimensiones y las formas en un solo acto, y adquiere una dimensión y una forma concretas sin tenerlas. Por una parte, en cuanto le es propio el principio dimensional, la materia infinita se especifica en lo corpóreo; por otra parte, en cuanto tiene en potencia todo lo que es susceptible de dimensión, no tiene en acto nada dimensional y puede especificarse en lo incorpóreo. La materia de las cosas incorpóreas puede recibir formas accidentales, en las que no hay identidad plena entre el ser y el poder ser; pero si asume la forma substancial que le corresponde, entonces el ser actúa constantemente y unido plenamente con el poder ser. La materia corporal, sensible y explicada, es independiente de lo que puede ser, deviene en el tiempo todo lo que puede devenir, recibe y depone las formas particulares, y coincide con algunas formas, por lo que actúa parcialmente. La materia incorpórea, inteligible y com- plicada, es junto a todo lo que puede ser en el instante de la eterni- dad, posee en un único acto todas las formas juntas, y actúa total- mente, puesto que coincide plenamente con todas las formas 75 . De un modo u otro, la tendencia es hacer que la materia sea alma o forma en sí misma. La materia universal incorpórea es un ser divino que contiene en sí misma la totalidad de lo real; se trata de la materia o vida infi- nita como fundamento y principio de comunicación entre lo corpó- reo y lo incorpóreo, lo sensible y lo inteligible, lo posible y lo actual, lo material y lo formal. El proceso de generación manifiesta la igualdad de las almas de hombres y de cualquier ser viviente. La materia corporal y la materia espiritual es la misma en todo com- puesto vital. En este naturalismo, la composición corpórea de los hombres no es diferente de la de los animales. Todas las formas posibles de vida se hallan en el mismo plano ontológico. Idéntica materia constituye cualquier ser viviente. La relación de cada espe- cie con la naturaleza depende de sus particularidades corpóreas. La diversidad de comportamientos vitales obedece al uso que el cuerpo LA MATERIA INFINITA EN LA ONTOLOGÍA DE BRUNO 113 75 Cf. A. GUZZO, O. c. , 183, 186, 189, 191-194 y 196-197, notas 85-86, 102- 103, 122, 128-129, 136, 149 y 151-152. Para M. Ciliberto ( O. c. , 141), el concepto de “Vita-materia infinita” es el principio germinador de toda la “nova filosofia” de Bruno.